Muy buenos días estimable Lector, gracias, muchas gracias por continuar prefiriendo este su Diario El Independiente.
Inicio esta columna comentando
a Usted; Las mexicanas y los mexicanos, consideran que los partidos políticos a
nivel nacional luchan por alcanzar el Poder Federal, Estatal y Municipal,
llevando a la práctica sus programas de acción e ideario político, haciendo
respetar la voluntad de sus partidarios y participar en los procesos
electorales para alcanzar los gobiernos, ya que son los gobiernos los que
ejercen el poder y la administración de la cosa pública. Esto contempla, así
mismo, la necesidad impostergable de que la militancia asuma decisiones y la
competencia exclusiva en la selección de sus dirigencias y candidatos en los
órdenes Nacional, Estatal y Municipal.
Bajo estas premisas
corresponde absolutamente a todos los partidos políticos asegurar la
permanencia en el poder de la corriente que representan; ampliar el apoyo
popular a los gobiernos emanados de sus filas y así acelerar el proceso de
desarrollo económico, político y social de nuestro País, con el fin de
responder a las expectativas de la sociedad que hoy exige mucho más de los
gobiernos actuales. En este sentido deben de pugnar por ser partidos abiertos,
sensibles y receptivos a lo que acontece en el País, Estado, Región o
Localidad, sin confundir la disciplina interna con sumisión al gobierno, ni
tolerancia con debilidad ante las instituciones públicas. “Que no olviden que,
la sociedad en cada elección califica con su voto el grado de credibilidad de cada
partido y de sus candidatos”.
Bajo este contexto, todos los
dirigentes de partidos saben y reconocen que, si se desvinculan de sus bases y
de no representar sus demandas, las victorias pueden tardar más en llegar. Por
ello todo funcionario público debe toparse con las exigencias de los partidos
para que cumplan con su responsabilidad y actúe de manera congruente ante los
reclamos sociales, siempre deberán estar atentos donde exista una demanda o
inequidad política, social o económica las enarbolen de manera decisiva. Porque
toda acción de denuncia o gestión de los partidos debe ser atendida con
eficacia y eficiencia por las administraciones que ejerzan el poder político.
Ahora bien; absolutamente
todos los partidos políticos, con el fin de atender las demandas populares, se
deben promover y aplicar programas de capacitación en los que se den a conocer
las políticas públicas, normatividad, y facultades y atribuciones de los
órganos de gobierno actualizado, con el fin de que cuenten con las herramientas
necesarias para la gestión directa en las instancias que correspondan. Es de
vital importancia para el interior de los partidos, ya que la capacitación se
vuelve indispensable dada la necesidad de más y mejores hombres y mujeres que
conozcan y asuman con conciencia y sensibilidad plenamente sus compromisos con
la sociedad y con el País para que en el desempeño de sus actividades se
consolide la imagen del partido del cual ha sido origen poniendo especial
atención en sus cuadros jóvenes.
Concluyo: Los partidos
políticos a nivel nacional, deben aplicarse para propiciar una nueva cultura de
confianza ante la sociedad mexicana. Porque la deshonestidad y la corrupción de
algunos de sus militantes son factores fundamentales para el deterioro de la
imagen de absolutamente todos los partidos políticos; en este sentido, la
militancia deberá ser la primera en reprobar hechos que lastimen la imagen y
credibilidad, razón por la cual tienen que exigir el cumplimiento cabal de sus
encomiendas.