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Hoy es sábado, 18 de octubre de 2025

Lo derecho es lo decente

Muy buenos días estimable Lector, gracias, muchas gracias por continuar prefiriendo este su Diario El Independiente.


 

Inicio esta columna comentando a Usted; El pasado 30 de septiembre del presente año, en el parque Morelos se presentó un evento conmemorativo del natalicio, vida y obra del siervo de la Nación JOSE MARIA MORELOS Y PAVON, fungiendo como principal orador el LIC. OFICIAL JESUS ALFONSO VALENZUELA CRUZ, Subdirector de Protección Civil Municipal, distinguidas autoridades, ciudadanos, compatriotas todos, hoy no recordamos solo a un hombre, recordamos a un proyecto de País con nombre, rostro y cicatrices. Aun inconcluso esperanzado se llamó JOSE MARIA MORELOS Y PAVON, nació como muchos de nuestros grandes hombres sin privilegios ni apellidos sonoros, hijo de un humilde carpintero y una mujer con temple, Morelos conoció antes, la soga de arriero que la pluma del estudiante. Antes de levantar ejércitos, cargo mulas. De redactar constituciones, leyó la injusticia en los surcos de la tierra que el mismo labraba.

 

Talvez fue esa humildad de origen, distancia entre el polvo del camino, y el poder de las ideas lo que lo hizo gigante. Ordenado sacerdote en 1797, Morelos ejerció en pueblos que no salían en los mapas, pero que le enseñaron lo esencial; que el pueblo no pedía milagros sino justicia. Que no rogaba por pan, sino por dignidad; que no necesitaba caridad, sino libertad; así en el año de 1810, se presentó ante MIGUEL HIDALGO, no lo hizo un subordinado, sino como el futuro arquitecto de una revolución con sentido de libertad y justicia.

 

HIDALGO lo envió al Sur, el le entrego a cambio, una epopeya; MORELOS no solo peleo; organizo, pensó, legislo mientras otros gritaban libertad, el preguntaba qué haríamos con ella; entre los años 1811 y 1815 dirigió campañas militares tan eficientes que hasta sus enemigos tomaron nota. Resistió el sitio de Cuautla como quien resiste el destino con dignidad, hambre y una gran Fe.

Pero su mayor hazaña no fue militar, fue política. En 1813, en Chilpancingo, MORELOS no alzo una espada, sino una excelente idea. Allí pronuncio uno de los documentos más lúcidos y adelantados de nuestra historia; los sentimientos de la Nación. Un texto que más que proclama fue manifiesto moral. Una carta fundacional donde se abolía la esclavitud, las castas, los privilegios por sangre, y se proclamaba una república de iguales… en pleno siglo XIX, cuando el mundo aún se aferraba a reyes y coronas.

 

El pueblo lo nombro “Alteza”. El pidió que lo llamaran “Siervo de la Nación”. Porque para él, la autoridad no era un adorno, sino un encargo, la patria, no un pedestal, sino un deber.

 

JOSE MARIA MORELOS Y PAVON, cayó en 1815, capturado y condenado por ser libre en un País que aún era colonia. Lo degradaron como sacerdote, lo juzgaron como enemigo del orden, lo fusilaron como criminal… y sin embargo, lo elevaron a la eternidad como símbolo, sus últimas palabras fueron tan sencillas como profundas: “Muero por haber defendido los derechos de mi patria; ojala que mi sangre selle la Independencia de México” y aunque su sangre no basto para sellarla del todo, si fue tinta para escribir nuestra historia, que hoy la recordamos en los libros de textos.

 

 

Hoy, a más de dos siglos de su nacimiento, la pregunta es ¿Dónde está el México que soñó Morelos? ¿Dónde la igualdad ante la Ley? ¿Dónde la moderación de la riqueza y la erradicación de la miseria? ¿Dónde la patria que sea de todos y no de unos cuantos?

 

Porque si algo nos enseñó Morelos es que, la independencia no es solo expulsar a un imperio, sino construir una nación, y eso compatriotas, aún está en proceso, eso es el día a día de todos.

 

Conmemorar no es repetir fechas. Es revisar el espejo de la historia y preguntarnos qué tan parecidos somos a quienes decimos admirar. Honrar a Morelos hoy no es levantarle más estatuas, sino levantar sus ideales de entre los escombros del olvido. Es enseñar a nuestros hijos quien fue, no solo por lo que peleo, sino por lo que propuso. Es recordarnos que la patria no se hereda, se construye cada día, y la construimos todos, desde nuestro metro cuadrado.

 

Sirvamos a nuestra patria, para honrar con dignidad a nuestros héroes. ¡¡¡Viva JOSE MARIA MORELOS Y PAVON!!!