La Paz, Baja California Sur.- Zelidet Gameros Gurrola, quien se desempeñaba como auxiliar ministerial en la Fiscalía General de la República (FGR) en Baja California Sur, denunció públicamente haber sido víctima de violencia física, psicológica y acoso laboral por parte de dos funcionarios: la licenciada Ángeles y el licenciado Miranda.

En declaraciones a medios digitales, la ex servidora pública señaló haber sufrido golpes, insultos y un ambiente de hostigamiento constante. “Trabajé como auxiliar ministerial aquí en la Fiscalía. Yo vengo a denunciar lo que pasé: hostigamiento laboral, tanto físico como verbal, por parte de la licenciada Ángeles y el licenciado Miranda. No soy la única que ha denunciado estas situaciones, hay otras denuncias”, afirmó.

Según Gameros Gurrola, las agresiones no se limitaban a espacios privados: “Los golpes los he recibido frente a las cámaras, no en lugares cerrados. Te insulta frente a todos. Es déspota, grosera, te hace menos. Y cuando se le asigna trabajo que le corresponde, dice que está cansada y que tiene mucho que hacer, cuando en realidad no cumple con esas funciones”.

La exempleada también denunció que existe una cultura de impunidad y represalia dentro de la institución: “Aquí lo preocupante es que no puedes denunciar. Cuando lo haces, te inician procedimientos administrativos para silenciarte. Siempre la hacen quedar como víctima”.

Además, Zelidet aseguró que se le pidió alterar información estadística y falsear datos institucionales. “Querían que maquillara números. Por ejemplo, si se tenía un detenido y luego salía en libertad, se reportaba como si la vinculación a proceso hubiera sido sin detenido, para evitar que se evidenciaran errores”.

Otro de los señalamientos graves apunta al uso indebido de vehículos oficiales, que presuntamente eran empleados para fines personales por parte de la funcionaria y su pareja, quien labora en el fuero común.

Señaló que si se abrió una carpeta de investigación contra Ángeles, por parte de una compañera, también por maltrato, pero teme que se le dé carpetazo porque así sucedió con la denuncia anónima por el uso personal de unidades oficiales.

Añadió que a quienes han tratado de denunciar a la funcionaría han desistido por amenazas.

Zelidet Gameros aseguró que fue forzada a renunciar debido a las presiones internas y la falta de respuesta institucional. “Nunca se me permitió llegar hasta el fiscal para reportar la situación. Me orillaron a renunciar”.

Hasta el momento, la Fiscalía General de la República no ha emitido una postura oficial respecto a estas denuncias.