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Hoy es jueves, 25 de abril de 2024

Realidad de BCS

• Desesperados y acelerados “autodestapes” fuera del tiempo legal de Ernesto Ibarra y Alfredo Porras ambos del PT. • Aún no existen “precandidatos”, las precampañas inician hasta el 23 de diciembre. • Este viernes se registran en el CEN de Morena aspirantes a la candidatura por la gubernatura de BCS.


Aunque el proceso electoral con miras a las elecciones del año que entra ya inició formalmente en la entidad, existen algunos pretensos a candidatos que se autodenominan precandidatos de su respectivo partido, cuando la verdad es que la fecha para iniciar las precampañas es hasta el próximo 23 de diciembre, por lo que es bueno recordarles a estos apresurados suspirantes que no por mucho madrugar amanece más temprano.

Por supuesto que a esos acelerados no les importa correr el riesgo de una sanción por parte de la autoridad electoral, misma que ahora más que nunca tendrá que estar muy al pendiente del cumplimiento de la ley electoral y por supuesto del calendario oficial aprobado para este proceso que arrancó formalmente apenas el pasado martes 01 de diciembre.

Vale decir que en efecto el periodo oficial de precampaña será del 23 de diciembre hasta el 31 de enero, por lo que quienes se autoproclaman como precandidatos a tal o cual puesto de elección popular, simple y sencillamente están engañando a sus seguidores y simpatizantes pues hasta ahora, esta figura del “precandidato”, aún no está definida legalmente.

De hecho, tendrán que correr sus procesos internos cada uno de los partidos para definir quienes entrarían a esta etapa de las precampañas, hacer sus respectivos registros y catalogarlos formalmente como tales, pero no antes.

Personajes como Alfredo Porras y Ernesto Ibarra, ambos militantes del Partido del Trabajo que se han autoproclamado como precandidatos a la gubernatura y a la alcaldía de Los Cabos, respectivamente simplemente están jugando con lumbre pues el riesgo de ser sancionados es más que evidente.

Asumirse como aspirantes es muy diferente a decir que ya son “precandidatos oficiales” a determinado puesto de elección popular.

Por supuesto que la desesperación aumenta ante la evidente falta de convocatoria ciudadana por lo que algunos como los actores políticos mencionados, suponen que si se adelantan en anunciar sus pretensiones podrían llevar ventaja a la hora de captar el voto de los ciudadanos.

Está claro que primero tendrán que definirse quiénes serán los precandidatos a la gubernatura para después entrar a establecer las aspiraciones hacia las alcaldías, diputaciones locales y por supuesto las diputaciones federales.

Adelantarse solo demuestra desesperación, inmadurez política y un anhelo inmenso de figurar y de ser tomados en cuenta ante un escenario que no será nada sencillo para nadie.

Para Morena por ejemplo superar la división y la falta de unidad interna (que puede verse agudizada este viernes en el registro de los aspirantes a la candidatura a la gubernatura), es una tarea prioritaria antes de organizar la alianza con el PT, Partido Verde y hasta el Partido Nueva Alianza (Panal).

Que el diputado federal, Alfredo Porras y el desacreditado Ernesto Ibarra salgan al ruedo por instrucciones de su cuestionado jefe político, Narciso Agúndez Montaño, solo muestra las ansias de regresar al poder pues primero Morena definirá a su precandidato o precandidata a la gubernatura y luego establecerá si conviene o no la alianza con los mencionados organismo políticos.

Desde luego que son muchos los pretensos que se movilizan ya desde hace varios meses en prácticamente todos los partidos, pero está claro que han sido cuidadosos en su lenguaje y expresiones en la comunidad y ante medios de comunicación precisamente para no violentar la ley estatal electoral.

Por supuesto existen algunos como los referidos petistas que parecen demostrar que su nivel de preparación política no les da para más.

En política como en la vida diaria, correr riesgos innecesarios no solo es una absurda osadía, sino además el reflejo de muchas otras carencias que por supuesto no garantizan el perfil adecuado que la ciudadanía espera de sus futuros representantes populares.

Veremos si la autoridad electoral reacciona al especto.