La evidente desesperación del diputado federal Manuel Cota Cárdenas, que no encuentra la manera de resaltar su trastocado proyecto político, deja en claro que la inmadurez política tiene sus riesgos.

En política como en la vida misma, nada resulta en automático.

Se requiere de esfuerzo y dedicación para obtener al bagaje y la experiencia necesaria que construye liderazgos convincentes.

No, no basta ser hijo de un exgobernador y suponer ingenuamente que con ello es suficiente para competir por la gubernatura de Baja California Sur, como si se tratara de un mero trámite.

Y menos cuando el progenitor está lleno de incongruencias y de falacias a la vista de todos que con el tiempo han resultado muy difíciles de borrar.

Ni tampoco es suficiente renegar públicamente del Partido Verde del cual forma parte en su fracción parlamentaria y desagarrarse burda e irrisoriamente las vestiduras por Morena.

pero el ejemplo pesa mucho.

Leonel Cota en su momento se deslindó de su militancia del PRD, se hizo candidato a la alcaldía de Los Cabos por el Partido Nueva Alianza (Panal) que a la postre perdió y desde ahí pidió el voto para el priista Ricardo Barroso que también fue derrotado por el panista Marcios Covarrubias en la sucesión del 2011.

Por supuesto que este recuerdo pesa y pesa mucho en la actualidad a la hora de hablar de congruencia política.

Por ello para Manuel Cota que centra mucho de sus aspiraciones en lo que su papá Leonel Cota, actual subsecretario de agricultura, logró en 1999 cuando arribó a la gubernatura local, le resulta muy difícil aceptar y cargar con los negativos del ahora alto funcionario federal.

Convertido en su principal asesor y promotor de su vástago, Cota Montaño parece tener serios problemas para entender que la entidad es ahora muy diferente a la que fue hace ya 26 años.

Por ello resulta hasta cruel llevar al inexperto legislador federal, Manuel Cota Cárdenas a una exposición innecesaria y forzada a competir cuando evidentemente aún no está ni listo ni preparado para ser el líder político de los sudcalifornianos.

La gubernatura no es una simple aventura, en esta posición está centrado el futuro de la ciudadanía sudcaliforniana.

En este espacio hemos dicho que Cota Cárdenas podría aspirar a la alcaldía paceña, pero al paso que va, hasta esa posición se le puede caer y quedar al final sin la jícara y sin la miel.

Por ello, entre otras actitudes y expresiones políticas de bajo nivel del bisoño diputado federal, demuestran que no se trata solo de lanzar expresiones viscerales llenas de una patética impotencia política cada vez más evidente.

Así que lejos de realizar un trabajo adecuado en la Cámara de Diputados donde, dicho sea de paso, se sumó a la reducción del presupuesto federal del 2026 para la entidad, Cota Cárdenas no dimensiona ni tiene cara para desearla a la población por lo menos que pasen una sincera Feliz Navidad y un próspero año nuevo.

¿No le parece así amable lector?

Por supuesto aún falta mucho por ver.

Ya veremos qué sucede.