• El aumento de la temperatura del mar puede provocar la pérdida o el cambio de la distribución de especies objetivo para la pesca.
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La Paz, Baja
California Sur.- El océano absorbe el exceso de calor y energía que liberan las
emisiones de gases en el planeta, cuyo efecto ha provocado un aumento de la
temperatura del mar con impactos en la biodiversidad marina de la que dependen
las comunidades costeras, de acuerdo con la Organización de las
Naciones Unidas (ONU).
El aumento de
la temperatura del mar puede provocar la pérdida o el cambio de la distribución
de especies objetivo para la pesca. Para hacerle frente a este tipo de desafíos
que enfrenta la actividad pesquera, Innovaciones Alumbra (iAlumbra) apoya a
Santomar, una empresa de acuicultura regenerativa cuyos métodos se desarrollan
en el mar abierto del Golfo de California, en la ciudad de La Paz, Baja
California Sur.
“Estamos
haciendo una apuesta por la acuicultura regenerativa de aguas cálidas porque el
planeta está calentándose y cada vez va a haber más superficie susceptible a
acuicultura regenerativa de aguas calientes tropicales en el planeta. Nos
adelantamos a este escenario y resolver cómo alimentamos con proteína saludable
y buena a una población creciente de manera sostenible”, señaló Andrew Rhodes,
director de Relaciones Públicas y Política para iAlumbra en México.
·
Innovación
para la resiliencia
Santomar ha
sido pionera en el cultivo comercial tanto de huachinango como de totoaba. Sus
inicios se remontan al año 2013 cuando empezaban en una fase investigativa y,
posteriormente, como centro de producción bajo el nombre de Earth Ocean Farm. A
partir del 2024, se fusionó con la productora de ostiones Sol Azul como una
estrategia comercial, que dio lugar a la marca Santomar.
Actualmente,
controlan todo el ciclo de la vida de la totoaba y del huachinango y sus
operaciones inician en un laboratorio de producción y reproducción. Ahí tienen
tanques con sistemas de recirculación con reproductores de totoaba y
huachinango, hay otra zona donde incuban los huevos y una zona de larvicultura
donde los alimentan por alrededor de 30 días en el caso de la totoaba y hasta
50 días en el caso del huachinango.
Después de
este periodo se convierten en juveniles y son transferidos al área de
pre-engorda, que es el último paso antes de llevarlos al área de cultivo.
El proceso
desde que es un huevo hasta que alcanza la talla comercial toma alrededor de un
año en el caso del huachinango y un año cuatro meses en el caso de la totoaba.
Además,
cuentan con un sistema escalonado para poder tener producciones de ambas
especies todo el año. Alcanzar este nivel de tecnificación le ha llevado más de
10 años desarrollarlo.
“Si tú fallas
en una fase, se echa a perder todo. Por eso es que necesitamos gente aquí 24
horas. Porque si tú echas a perder esto, no vas a tener la comida dentro de
tres días y eso afecta a las larvas y es un efecto en cadena. Todos los
cultivos de alimento vivo son iguales, son cíclicos y está engranado todo”,
señaló Gerardo García, gerente del laboratorio de producción de Santomar.
Sin embargo,
además de cumplir con el fin de reproducir los ejemplares, en el caso del
huachinango llevan a cabo un programa de mejoramiento genético para que
resistan a condiciones extremas.
“Actualmente,
nos hemos enfrentado a que cada vez las temperaturas son mayores en el agua,
entonces buscamos hacer una selección genética para obtener organismos que sean
más resistentes y tolerantes a altas temperaturas porque nuestros peces no son
capaces de moverse a donde está la temperatura idónea”, señaló García.
Freddy
Lapentti, director de la División de Peces en Santomar, aclaró que no se trata
de ninguna manipulación genética, sino solamente de seleccionar a los
ejemplares que sobreviven a condiciones extremas y reproducirlos entre ellos.
·
Acuicultura
regenerativa
“El objetivo
es impulsar una industria de acuicultura regenerativa. Cuando menciono
industria, me refiero inclusive a pequeños emprendimientos que vayan más allá
de la sustentabilidad y busquen cómo regenerar el medio ambiente”, señaló
Rhodes.
Por este
motivo, a diferencia de la acuicultura tradicional que se conforma con obtener
buenos rendimientos de sus productos, en Santomar también tienen el objetivo de
regenerar a una especie que en algún momento estuvo en peligro de extinción
como la totoaba, señaló Lapentti.
Desde el
2015, anualmente Santomar, en colaboración con las comunidades y autoridades
locales, organiza la liberación de ejemplares de totoaba en la playa Santispac
en el municipio de Mulegé. En este periodo calculan que han liberado alrededor
de 280 mil ejemplares.
“En realidad
no tenemos una cuota que haya que cubrir, pero estamos liberando alrededor de
40 mil ejemplares al año, pero también es muy difícil por la zona en la que los
llevamos. Determinamos llevar 40 mil porque es la cantidad que podemos
transportar logísticamente en las mejores condiciones”, señaló García.
Sin embargo,
mencionaron que actualmente Santomar no tiene la capacidad ni el conocimiento
para llevar un seguimiento de las especies liberadas para analizar cómo
influyen las liberaciones en la recuperación de la especie.
·
Comercialización
Debido a la
alta tecnificación de sus procesos, desde que iniciaron han ido escalando la
producción de totoaba y huachinango, a tal grado que en el 2024 produjeron 350
toneladas de totoaba y 60 de huachinango, y para 2025 piensan cerrar el año con
520 toneladas de totoaba y 230 de huachinango.
“El
huachinango en realidad ha sido el salto más importante entre el año pasado y
este. La proyección de la empresa para el próximo año es seguir subiendo y
llegar a 400 toneladas de huachinango y 700 toneladas de totoaba más o menos”,
señaló Lapentti.
Actualmente,
Santomar comercializa sus productos a nivel internacional y nacional en
restaurantes mexicanos y tanto el huachinango como la totoaba se puede comprar
en la cadena de supermercados de Costco de Ciudad de México, Monterrey,
Guadalajara, Mérida, Cabo San Lucas, Ensenada, Tijuana y, próximamente, en
Mexicali, de acuerdo con Lapentti.
*Este
artículo se publicó originalmente en Causa Natura Media.