• En el estado registra un aumento de homicidios, desapariciones de personas y el hallazgo de fosas clandestinas.
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Estado de México. - Baja
California Sur atraviesa un momento contradictorio, aunque su economía
muestra señales de recuperación, el crecimiento convive con un repunte
grave de violencia y crisis de desapariciones, lo que apunta a una gobernanza
rebasada bajo la administración del gobernador Víctor Manuel Castro Cosío.
Actualmente, la entidad
atraviesa uno de los periodos más complicados en materia de seguridad, tan solo
de enero a julio de 2025 se han contabilizado 128 homicidios, un incremento
significativo respecto al mismo lapso del año anterior, cuando se registraron
85 casos, lo que ha encendido alertas por la rapidez con la que la violencia se
ha expandido en municipios que solían presumir tranquilidad.
La problemática de
las desapariciones también se ha agudizado. Solo en los primeros
cuatro meses del año los reportes se duplicaron, pasando de 16 a 34 denuncias,
mientras que para las familias, la lentitud institucional y la falta de
resultados han sido un golpe más: muchos colectivos denuncian que siguen
realizando búsquedas prácticamente solos, mientras la autoridad mantiene un
silencio prolongado.
Asimismo, la aparición
de fosas clandestinas ha expuesto la dimensión del deterioro, puesto
que en menos de un año se han recuperado 66 restos humanos en distintos puntos
del estado, hallazgos que revelan una dinámica criminal persistente que no ha
sido frenada por la administración estatal, por lo que cada descubrimiento
vuelve a colocar a Baja California Sur en el mapa nacional de la violencia
extrema.
Pero la crisis no se limita a
la seguridad, en el terreno económico, ya que aunque el gobierno presume
crecimiento, la percepción social es distinta, casi la mitad de la población
-45.5%- considera que su situación económica ha empeorado, presionada por el
aumento en servicios y combustibles.
BCS continúa dependiendo casi
por completo del turismo, al menos el sector terciario aporta más del 70% del
Producto Interno Bruto (PIB) estatal, lo que deja a la entidad expuesta a
cualquier variación externa.
Incluso la llegada de más de
mil millones de dólares en inversión extranjera para el rubro turístico durante
2024 no se ha traducido en mejoras estructurales para la población, ya que el
desarrollo avanza, pero solo en ciertas zonas y bajo un modelo que prioriza a
grandes consorcios.
Mientras tanto, los reclamos
por la falta de estrategia se acumulan, ya que activistas, empresarios y
legisladores han señalado que la administración de Castro Cosío opera con
rezagos, respuestas tardías y poca claridad sobre cómo enfrenta el avance delictivo.
Para muchos sudcalifornianos, el gobierno parece más atento a querer consevar
una imagen turística que a reconocer y atender las urgencias que viven cientos
de familias.
Lamentablemente, Baja
California Sur enfrenta un deterioro visible tanto en seguridad como en calidad
de vida, y aunque el discurso oficial destaca en estabilidad, los datos, las
búsquedas colectivas y el hartazgo social muestran lo contrario.