• Diputados de oposición cuestionaron el impacto de la reforma y acusaron concentración de poder.
Fotogalería
Estado de México. - La mayoría
oficialista en la Cámara de Diputados aprobó la reforma a la Ley
Aduanera, luego de que el Senado modificó su fecha de entrada en
vigor para el 1 de enero de 2026.
La reforma, que fue enviada al
Ejecutivo para su publicación en el Diario Oficial de la Federación, fue
aprobada por 343 votos a favor, 123 en contra y ninguna abstención.
La discusión en San Lázaro se
centró en el cambio realizado por el Senado al artículo primero transitorio del
decreto, motivo por el cual el documento fue devuelto a la Cámara de
Diputados. El pleno consideró el asunto de urgente resolución, por lo
que se sometió a debate y votación de inmediato.
La presidenta de la Mesa
Directiva, la diputada panista Kenia López Rabadán, precisó que el análisis
legislativo estaría centrado únicamente en la modificación realizada por
la colegisladora al artículo primero transitorio.
El cambio aprobado por el
Senado establece que la reforma a la Ley Aduanera entrará en vigor el 1 de
enero de 2026, y no al día siguiente de su publicación, como estaba
previsto originalmente.
Sin embargo, algunas
disposiciones que se aplicarán antes: una parte del artículo 86-A
comenzará a regir un mes después de esa fecha, mientras que otros
artículos -el resto del 86-A, junto con los artículos 106, 107 y
145- entrarán en vigor tres meses después con el objetivo de permitir
la elaboración de la reglamentación correspondiente.
Nuevas reglas para
patentes, vigilancia digital y control fiscal
Uno de los cambios centrales
de la reforma es la creación del Consejo Aduanero, encargado de
resolver sobre el otorgamiento de autorizaciones y patentes aduanales. Además,
se otorgan facultades concurrentes al Servicio de Administración Tributaria
(SAT) y a la Agencia Nacional de Aduanas de México para realizar
actividades de post-despacho de mercancías.
También incorpora que las
autoridades aduaneras puedan celebrar convenios con la Agencia de
Transformación Digital y Telecomunicaciones, para el análisis y gestión de
datos, y se refuerzan los controles para sancionar malas prácticas como la evasión
fiscal, subvaluaciones y presentación de declaraciones incorrectas.
Entre otros cambios
relevantes, se elimina la patente vitalicia para los agentes aduanales, estableciendo
un uso máximo de 20 años, sujeto a requisitos legales y evaluaciones cada tres
años, para profesionalizar el sector. Asimismo, se fortalecen los controles
sobre el uso del régimen de importación temporal y se incorpora el expediente
electrónico de pedimentos, que incluirá el CFDI, facturas, carta porte u otros
documentos que acrediten las operaciones.
El diputado morenista Fernando
Castro Trenti aseguró que la reforma es profunda porque actualiza y
transparenta los sistemas aduanales e incorpora tecnología, como la
videovigilancia de los procesos.
En tribuna, sostuvo: “Va a
haber más orden, se va a barrer la corrupción de arriba para abajo, van a
ser corresponsables los que reciben una patente para que en nombre del Estado
certifiquen lo que sale y lo que entra”.
Oposición advierte
retroceso, centralismo y afectaciones económicas
En contraste, legisladores de
oposición expresaron su rechazo. La diputada panista Teresa Ginez Serrano
calificó el ajuste al artículo transitorio como “claramente un cambio menor,
una maniobra que pretende aparentar apertura, pero que solo retrocede por
dos meses la aplicación de disposiciones que son nocivas para el país”.
Agregó que “esta reforma representa un retroceso”.
Afirmó que, aunque se plantea
como una estrategia para ordenar las aduanas, en realidad centralizan el poder
y consolidan un esquema que ha permitido delitos graves contra la hacienda
pública. Según Ginez Serrano, la nueva ley “entorpece lo que debía agilizar,
regula en exceso lo que debía simplificar y, lo más grave, perpetúa la
impunidad”.
Desde el PRI, Emilio Lara
Calderón sostuvo que la modificación transitoria solo retrasará la entrada en
vigor de la reforma, pero su partido considera que “así sea el inicio de la
vigencia mañana, el próximo mes o el primero de enero, representa un retroceso
en materia aduanera”.
Advirtió que la
reforma “golpea al comercio, a las empresas y a los ciudadanos”, al
imponer sanciones confiscatorias sin distinción entre faltas menores y delitos
graves.
Por su parte, la emecista
Patricia Flores Elizondo consideró que la ley no cumple con el objetivo de
combatir el contrabando fiscal. “Lo que sí hace es aumentar la
responsabilidad legal, económica y operativa de quienes coadyuvan con el
Estado: los agentes aduanales, importadores, exportadores, transportistas,
pequeñas y medianas empresas”.
Además, criticó la gestión
legislativa del oficialismo: “Se equivocaron en la fecha de entrada en vigor.
Sí, ni siquiera pudieron aprobarla bien y eso no es un detalle menor, es
la muestra más clara de un gobierno que usa su mayoría para legislar al vapor”.
Desde el oficialismo y sus
aliados, se defendió la postergación de la entrada en vigor como una medida
responsable. El diputado Carlos Enrique Canturosas Villarreal, del Partido
Verde Ecologista de México (PVEM), sostuvo que “los avances administrativos,
tecnológicos y normativos requieren un margen de tiempo para asegurarnos
que los instrumenten de forma correcta”.
En el mismo sentido, el
petista José Antonio López Ruíz argumentó que el cambio en el transitorio
obedece a razones fiscales y operativas: “No se trata de posponer el cambio, se
trata de garantizar que funcione desde el primer día”. Dijo que el tiempo adicional
permitirá a la Agencia Nacional de Aduanas de México y al Servicio de
Administración Tributaria capacitar a su personal, adecuar sistemas y
aplicar tecnologías para el control de mercancías.