• La visión sobre la Selva Maya debe ir más allá de una óptica mercantil o extractivista y centrarse en su valor ambiental y cultural, dice la directora de la ONG en México.
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Estado de México. - La Secretaría de Medio
Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y Greenpeace México acordaron instalar
mesas de trabajo multisectoriales, intersecretariales y con participación de
los tres niveles de gobierno para avanzar hacia un ordenamiento ecológico y
territorial integral en la Península de Yucatán.
El acuerdo ocurre luego de una
protesta el lunes con una escalada al monumento capitalino de la Estela de Luz
para exigir al gobierno mexicano la protección de la Selva Maya ante la
deforestación, la agroindustria, los proyectos turísticos y la construcción de
infraestructura ferroviaria para el Tren Maya.
En un comunicado, la
organización no gubernamental calificó como un encuentro “inédito” el que
sostuvo con representantes del gobierno mexicano, en donde señalaron que
recibieron como una “buena señal” la invitación al diálogo.
“Acudimos al encuentro
enfatizando que llevamos la voz no únicamente de nuestra organización, sino la
de miles de mexicanas y mexicanos preocupados por la Selva, de especialistas
que han advertido sobre los impactos de su deterioro y de comunidades locales
cuyo entorno cultural, social y ambiental está siendo trastocado”, señaló
Aleira Lara Galicia, directora ejecutiva de Greenpeace México.
La reunión fue convocada por
instrucciones de la titular de la Semarnat, Alicia Bárcena, y reunió a
representantes de diversas áreas de la dependencia, entre ellas la Procuraduría
Federal de Protección al Ambiente (Profepa), la Comisión Nacional de Áreas
Naturales Protegidas (Conanp) y la Comisión Nacional Forestal (Conafor).
También participaron
funcionarios de la Subsecretaría de Regulación Ambiental, la Subsecretaría de
Biodiversidad y Restauración Ambiental y de la Unidad de Proyectos
Prioritarios.La organización subrayó que el diálogo debe traducirse en acciones
concretas y en la construcción de un acuerdo regional de protección co-creado
con la participación de especialistas, comunidades y autoridades.
Lara Galicia insistió en que
la visión sobre la Selva Maya debe ir más allá de una óptica mercantil o
extractivista y centrarse en su valor ambiental y cultural.
Dijo que la Semarnat reconoció
los retos que enfrenta la región, como la expansión urbana vinculada al
turismo, los cambios de uso de suelo impulsados por distintos niveles de
gobierno y la necesidad de actualizar los instrumentos de ordenamiento ecológico
y territorial.
Greenpeace, por su parte,
reiteró la importancia de fortalecer el liderazgo de la Semarnat para que todas
las instancias federales actúen de manera coordinada en la protección del
ecosistema.
La organización planteó como
prioridad suspender nuevas autorizaciones de impacto ambiental a megaproyectos
mientras no se cuente con un ordenamiento territorial que blinde a la Selva de
industrias como la inmobiliaria, la agroindustria, el turismo masivo y la
infraestructura ferroviaria.
Entre los temas críticos,
Greenpeace recordó la situación de la minera Calica y la cementera Cemex como
amenazas vigentes para la Península, aún sin respuesta clara por parte de las
autoridades.
La organización ambiental
aseguró que toma “con seriedad y compromiso” la disposición de Semarnat de
considerarlos aliados en la defensa de la Selva Maya, y adelantó que dará
seguimiento puntual para que los acuerdos se materialicen.
La Selva Maya, que se extiende
entre México, Belice y Guatemala, es considerada el segundo bosque tropical más
grande del continente, después del Amazonas. Su conservación es clave para
mitigar la crisis climática y proteger la biodiversidad regional.