• Necesario llamar a la calma y prudencia entre potenciales competidores políticos para 2027. • Mantenerse o hacer una propuesta en unidad de Morena con el PT, es una de sus prioridades, por cierto, nada fácil de lograr. • Evitar los aceleres políticos, tal vez no se logre, porque el riesgo es que algunos integrantes de la clase política ya desde ahora hagan caso omiso.
A como están
a estas alturas los ánimos entre a los diversos actores políticos integrantes
de la 4T, quizás valga para muchos intentar mantener la calma para que puedan
esperar los tiempos políticos de acuerdo al calendario legal para expresar
pretensiones electorales y políticas, pues desde el 2022 gran parte de la clase
política se ha movido prácticamente sin descansar con la mira puesta en el
proceso electoral del 2027.
A casi cuatro
años de iniciada la actual administración, por supuesto que es muy apresurado
para algunos externar, ya desde el arranque sexenal, sus pretensiones de ser
candidatos a cualquiera de los puestos de elección popular que estarán en
juego.
Sin embargo,
es innegable que los integrantes de la llamada Cuarta Transformación que
laboran a nivel estatal y municipal y por supuesto federal, no dejan de moverse
con la idea de medir si tendrán posibilidades reales o no de aparecer en las
listas de candidatos.
Como lo hemos
dicho en este espacio para el partido gobernante, el que tiene mayoría en los
diversos espacios de representación popular, es decir Morena, el gran reto es
mantener la unidad en torno a sus autoridades internas y a sus propuestas
porque son más de dos los que se disputan una misma posición.
Mantenerse o
hacer una propuesta en unidad con el Partido del Trabajo, por ejemplo, es una
de sus prioridades, por cierto, nada fácil de lograr.
Para los
partidos de oposición, conformar una alianza e impulsar candidaturas
competitivas seguramente será la tarea principal, pero para Morena, el reto
principal es prevenir que se desborden las pasiones que cada día son más
álgidas.
Evitar los
aceleres políticos, tal vez no se logre, porque el riesgo es que algunos
integrantes de la clase política hagan caso omiso y mantengan su dinámica
establecida literalmente desde el inicio del actual periodo político.
Aún faltan
muchas semanas para que formalmente arranque el proceso político-electoral con
miras a las elecciones de junio del 2027, pero la dinámica interna de los
diversos partidos está cada día más intensa.
Estarán en
disputa, diputaciones federales y locales, así como alcaldías y la gubernatura
de la entidad y no por mucho madrugar amanece más temprano por lo que es tiempo
de actuar con prudencia y cautela.
Mientras que
la oposición intenta recomponerse de la mejor manera posible, sin que hasta
ahora esa acción sea muy protagónica ante la sociedad.
Ya veremos
qué sucede en la segunda mitad de este 2025.
Ya veremos.