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Hoy es sábado, 31 de mayo de 2025

En privado

Narcocorridos.


 

La preocupación del gobernador Víctor Manuel Castro Cosío por la ola de violencia que se dejó sentir en Baja California Sur, es también nuestra.

 

Y eso debemos asimilarlo para poner la parte que nos corresponde, es decir, cuidarnos en lo que cabe, y en su caso denunciar.

 

Ahora bien, de ahí parte la solicitud que hace Castro Cosío al gobierno federal que no deje fuera a la entidad de las estrategias nacionales en materia de seguridad.

 

En efecto, pidió al Gobierno de México voltear a ver a Baja California Sur ante los hechos violentos registrados recientemente, al considerar que no se trata de un problema menor.

 

“Sí hay preocupación”, recalcó, y abundó que, en el caso particular del Gobierno del Estado, “lo planteé a la secretaria de Gobernación para que el asunto se coloque como una alerta de carácter nacional”.

 

Lo anterior muy a pesar de sus históricamente bajos índices delictivos.

 

Incluso, tras estos hechos ocurridos aquí, el gobernador confirmó que se unirá a la intención de otros estados del país en lo que concierne a la prohibición de narcocorridos.

 

Y con esta entrada para mi entrega de hoy, me remontaré a hace 40 años.

 

Iniciaré diciendo que esa intención de prohibir los narcocorridos no tiene nada de nuevo.

 

Así es.

 

Por allá en 1984, la señora Estela Ortiz de Toledo, esposa del entonces gobernador de Sinaloa, Antonio Toledo Corro, convocó a reporteros de estados colindantes para una conferencia de prensa.

Vale decir que por esos tiempos Sinaloa era la entidad donde mayormente se escenificaban hechos violentos.

 

A esa conferencia asistieron reporteros de Sonora, Chihuahua, Durango y Nayarit.

 

Pero también convocaron a Baja California Sur.

 

Entonces, tuve el privilegio de asistir por el entonces diario La Extra, en tanto que por El Sudcaliforniano aistió Miriam Valtierra.

 

Lamentablemente, esa noble intención de la señora Ortiz de Toledo, no tuvo el eco esperado.

 

No. Porque si así hubiese sido, a estas fechas otro gallo nos cantara.

 

Y quizás las cosas no estuvieran tan calientes en todo el país como están ahora.

 

¿Por qué...?

 

Porque de cualquier manera los narcocorridos incitan a las personas, especialmente a la juventud a formar parte de acciones negativas.

 

Tal y cual lo hacen las series televisivas que hacen alusión a la vida de reyes que se dan los grandes capos.

 

Todo ello en su conjunto les remueven las entrañas a muchos jóvenes que al final de cuentas dejan estudios y deportes por querer emular a esos personajes, sin importales nada. Ni su vida ni el sufrimiento de sus padres.

 

Luego entonces se tornan insensibles.

 

Y eso eso es lo más lamentable.

 

En síntesis, al gobernador Castro Cosío no le queda de otra que pedir trnquilidad a la gente y dejarle en claro que pese a lo que ha ocurrido, saldremos adelante.

 

Y aunado a lo anterior que los titulares de las corporaciones federales y estatales, así como las Fuerzas Armadas, seguirán efectuando reuniones en la Mesa de Seguridad para definir estrategias de reforzamiento.

 

Asegurando inclusive que no habrá impunidad.

 

Cuestión de tiempo.