Un tema en el que de nuevo representantes de diversos partidos coinciden en cuestionar las decisiones del presidente Andrés Manuel López Obrador quien ahora si se voló la barda al tratar de eliminar la aplicación de la actúa reforma educativa mediante un memorándum que no solo muestra las limitantes legales de esta acción sino lo que es más preocupante el hecho de que al no tener capacidad para tratar el tema en el Congreso de la Unión se pretenda pasar por encima literalmente de todo.

Era de esperarse que tanto el PAN como el PRI y otras fuerzas políticas manifiesten su desacuerdo con una medida que es considerada por los especialistas del ramo como una verdadera violación a la Constitución Política de nuestro país.

¿Qué no se ofreció que nadie estaría por encima de la ley?

Bonitas frases que conforme pasan los días están quedando en el cesto de la basura histórica de esta nueva administración federal que apenas a cuatro meses, son más los enredos que las soluciones.

El pez por su boca muere dice el refrán y eso incluye a los pejelagartos que no salen de una cuando ya están en otra cascada de torpezas que ni los más aferrados morenistas pueden defender satisfactoriamente.

Como defender medidas tan absurdas como el hecho de querer quitar una medida constitucional como es la referente a la ley de educación mediante un memorándum patético.

La dirigente del PRI estatal, Gabriela Cisneros y la senadora del PAN, Lupita Saldaña, han cuestionado la ilegalidad de este documento firmado hace unos días por el presidente López Obrador que cada día refleja más en su rostro la evidente desesperación de no lograr sus oníricas aspiraciones de lograr de México el país que todos anhelos.

Por supuesto que todos queremos que al gobierno federal le vaya bien.

Si le va bien al gobierno del país, está claro que a quienes lo habitamos nos irá también de la misma manera.

Pero no basta solo con decretar que llegaremos a ser una potencia mundial.

Es necesario tomar medidas certeras, basadas en la realidad y no es estadísticas maquilladas y exabruptos que ahora mantienen al jefe del poder ejecutivo cada vez más cuestionado en lo que antes eran consideradas benditas redes.

Hoy esas mismas redes no parecen ser tan benditas.

La realidad es muy abrumadora como para seguir el juego a un presidente que no atina en decir y tomar medidas congruentes.

Ahora hasta los comunicadores estamos en la lista de los indeseables, solo por ejercer la libertad de expresión.

Bajo una amenaza literal del gobierno federal si los comunicadores no somos “prudentes”.

Solo por decir las cosas como son.

Apenas son cuatro meses de un gobierno federal que ofreció una alta expectativa.

No se ha cumplido y se duda mucho que se cumpla, con la famosa reducción de los precios en las gasolinas, no se alcanzará el tan promocionado cuatro por ciento de crecimiento económico anual.

Por supuesto estas verdades ya resultan muy molestas para quienes aún no quieren ver lo que es sin duda el doloroso inicio de un gobierno federal que aún no encuentra su rumbo.

¿No le parece así amable lector?