Definitivamente cada día que pasa es más necesario que el gobierno federal defina quiénes estarán en las diversas áreas de su representación en la entidad pues a casi 150 días aún la mayoría de estos espacios están acéfalos.

No basta que el titular de la representación especial de gobierno federal, el súper delegado Víctor Castro Cosío afirme que las reglas de operación no están bien definidas o que se cuenta con un plazo legal hasta mediados de mayo para conocer los nombres de los responsables de las anteriormente llamadas delegaciones federales.

Urge que ya se determine quiénes serán los titulares de las áreas.

Desde luego que los nombrados hasta ahora, con excepción de Homero Davis en el IMSS, parecen no contar con el perfil adecuado o por lo menos con el conocimiento de las necesidades reales de Baja California Sur.

En el tema minero, por ejemplo, habrá que ver cómo se desenvuelve la autoridad federal que luego de las expresiones del presidente Andrés Manuel López Obrador en contra de apoyar la explotación minera en la entidad, no se sabe bien a bien cómo actuarán las autoridades ecologistas federales.

Al respecto, Víctor Castro tampoco ha querido dar la cara sobre este polémico tema, mientras queda claro que existe mayor preocupación por defender los intereses de grupos que desde el negocio de los taxis mantienen una actitud opositora a la autoridad estatal.

Castro Cosío parece estar más cómodo en ese nivel.

Pero en la entidad no solo es el tema de transporte o de la minería lo que se tiene que atender desde la representación del gobierno federal, sino muchas otras áreas que hasta ahora se encuentran completamente paralizados, como es el caso de los servicios que en teoría debería proporcionar la delegación estatal del ISSSTE.

¿Cuál es el fondo del asunto?, ¿por qué no existen nombramientos de titulares en las diversas áreas del gobierno federal en la entidad?

¿No hay gente preparada en el equipo morenista?, ¿no hay perfiles adecuados o de plano están a la espera de que estos sean designados como todo el tiempo pasó en administraciones anteriores desde la capital del país?, ¿por supuesto sin tomar en cuenta la opinión de Castro Cosío?

¿Es acaso más de los mismo también en este tema?

Ya la diputada local del PRI, Anita Beltrán exigió la semana que acaba de concluir, desde el poder legislativo local, que se atienda esta situación que tiene literalmente paralizados la mayoría de los servicios que las instancias del gobierno federal deberían proporcionar en la entidad.

Ya estamos a cuatro meses de iniciado el gobierno federal y aún no queda definida su estructura burocrática en Baja California Sur por lo que la exigencia en este sentido cada día es mayor.

Por supuesto que está claro que desde la representación del gobierno federal local no existe mayor prisa por atender esta situación y es claro también que no hay mayor preocupación por llegar a definiciones.

Mientras tanto algunos de los potenciales funcionarios federales del nuevo gobierno que esperaban a estas alturas ya haber cobrado por lo menos su primera quincena parece que no entrarán al servicio público federal como lo esperaban.

Veremos cuántos de estos posibles funcionarios que creyeron en las promesas de campaña soportan más la espera y siguen pendientes del llamado que los incluya en la nómina federal que en la entidad encabeza Víctor Castro.

Estas indefiniciones se suman a la desconfianza y decepción que muchos ciudadanos a estas alturas ya tienen de un nuevo gobierno federal que por más que se diga lo contrario, no ha podido convencer.

La expectativa en campaña fue altísima y a estas alturas, las incongruencias son cada día más evidentes y las expresiones hechas en discursos y medios de comunicación, no son respaldadas por la realidad.

Veremos dónde termina toda esa duda e indefinición que se observa en la representación del gobierno federal en la entidad.

Veremos qué pasa luego del periodo de descanso de Semana Santa.