• Se descuadra imagen del alcalde cabeño Christian Agúndez ante dificultades para ingresar al primer informe. • Por temor o inseguridad, se restringió acceso a la población en general a un evento público como si fuera privado. Todo un reto conseguir un brazalete de acceso. • Concluye ciclo de informes municipales y se prepara para el viernes 28 el Cuarto Informe del gobernador Víctor Castro también en Los Cabos.
Con el polémico informe de
labores del alcalde de Los Cabos, Christian Agúndez, realizado el pasado
sábado, concluye el ciclo de informes de alcaldes de la entidad y ahora solo se
espera el llamado Cuarto Encuentro Ciudadano del gobernador Víctor Castro que
esta ocasión se realizará también en el municipio de Los Cabos.
Desde luego que se tendrán que
tomar en cuenta algunos de los detalles que no dejaron lucir al alcalde cabeño
como se hubiera querido en un evento de esta naturaleza que es como la fiesta
de quinceañera en una familia que sólo se presenta una vez y en donde todos los
participantes tratan de presentar su mejor cara, sus mejores prendas y ocultar
o disimular hasta donde se pueda las carencias o deficiencias que tenga la
festejada.
En este caso el festejado
debió ser el alcalde cabeño, Christian Agúndez, que en su primer informe de
labores sufrió fuertes altercados en el exterior del evento de jóvenes que
pretendía ingresar al recinto y que simple y sencillamente no se les permitió
el acceso. No estaban invitados y por lo tanto no tenían la autorización para
escuchar y ver en el lugar el informe.
El ayuntamiento cabeño se
reservó el derecho de admisión y asistencia y solo se permitió el acceso a
quienes portaban un brazalete que les permitió ingresar al evento como si este
fuera privado y dedicado solo para unos cuantos escogidos y preseleccionados.
Por supuesto la forma en que
se manejó este sistema resultó un fuerte error, incluso para algunos de los
mismos invitados les resultó todo un reto llegar primero al brazalete y después
hasta su asiento supuestamente asignado, cual si fuera un palco pagado y
reservado con anticipación.
Justo como una especie de
concierto musical pre-pagado y cuya asistencia se garantiza precisamente a
través de ese famoso brazalete que se convirtió en el distintivo pasaporte de
ingreso a un uniforme municipal que se supone debió ser abierto a la ciudadanía
en general y no fue así.
El propio mandatario Víctor
Castro, innecesariamente vivió las de Caín para poder ingresar a esta actividad
con la que se cerró el ciclo de informe de los alcaldes al ser abordado por
jóvenes molestos que no se les permitió el acceso a esta actividad.
Además, la asistencia fue
notoriamente controlada y avalada por representantes del PT y de la CROC que
encabezada por su dirigente nacional Isaías González que estuvo presentes y
cuyos seguidores,
no dejaron de vitorear la
palabra “gobernador” y “presidente”, tanto que hasta el propio gobernador
Víctor Castro, en su intervención, trató de hacerles una llamada de atención al
pedirles que se calmaran en virtud de que “aún falta mucho tiempo”. Por supuesto
el llamado fue desatendido.
Así que el clima tenso que se
vivió en el evento y hasta cierto punto desairado por ciudadanos en general así
como empresarios locales e integrantes de la clase política, pintan claramente
que el futuro político de Christian Agúndez puede ser conducido y dirigido a
muchas partes en el 2027, pero difícilmente hacia la máxima posición política
de la entidad.
Un claro ejemplo de este
desaire es que no estuvieron gran parte de los integrantes del gabinete
estatal, así como ni uno de los diputados federales y senadores de la entidad,
con excepción solo de la senadora suplente de Homero Davis, Eda Palacios
Márquez.
Eso sí, asistieron más de diez
legisladores federales, pero ninguno de la entidad.
Así que en este cierre de
ciclo anual del alcalde cabeño, algo falló en la logística que no le permitió
cerrar esta actividad como se hubiese pensado, con la mano en alto y un gesto
triunfal, lo cual no pasó.
No fue así, el balance en
general resultó adverso a pesar de la asistencia del resto de los alcaldes de
la entidad y de gran parte de los diputados locales, en donde los nombres de
los que fueron resaltados por en su momento por su asistencia del informe de la
alcaldesa paceña Milena Quiroga, el cabeño Ernesto Ibarra y el titular de
Fonmar en la entidad Martín Insunza en el informe de Agúndez Gómez, obviamente
brillaron por su ausencia.
Por supuesto algunos cerrarán
los ojos para no ver la desconexión ya evidente entre la población y autoridad
municipal que apenas el año pasado le brindó su confianza y hoy experimentan
una clara distancia.
Tendrán que operar de mejor
manera antes de que esta crisis de imagen y percepción adversa de la autoridad
municipal cabeña en la ciudadanía llegue a niveles incontrolables.
Ya veremos qué pasa.