• La diputada Karina Olivas Parra, presentó esta propuesta, señalando a los “montachoques”, que operan generalmente en células o grupos organizados, que incluso simulan ser agentes de tránsito, ajustadores de aseguradoras o servidores públicos
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La Paz, Baja California Sur. -
Buscando dar mayor seguridad a los automovilistas de Baja California Sur (BCS),
la diputada Karina Olivas Parra, propuso una Iniciativa en materia de sanción
de colisión vehicular simulada con fines de extorsión, que la ciudadanía ha
denominado como “monta choques”.
En ese sentido, propone
reconocer la figura del “accidente simulado con fines de extorsión”, como una
modalidad criminal autónoma; incorporar como agravantes el ejercer violencia
contra las víctimas, actuar en pandilla o cuando se perpetre en contra de personas
en situación de vulnerabilidad; y prever el pago de la reparación del daño, no
solo material, sino moral.
La legisladora de la bancada
del PT, arguye que Baja California Sur, enfrenta una amenaza creciente, una de
las más peligrosas y recurrentes en zonas urbanas, es la que la ciudadanía ha
denominado como “monta choques”, la cual consiste en provocar o simular
accidentes de tránsito para extorsionar a las víctimas con amenazas, presiones
o engaños; es decir, se trata de una forma de criminalidad organizada que
mezcla elementos de fraude, extorsión, coacción y violencia psicológica, todo
bajo el disfraz de un “hecho de tránsito”.
Son los denominados
“montachoques”, que operan generalmente en células o grupos organizados, los
cuales incluso pueden llegar a simular ser agentes de tránsito, ajustadores de
aseguradoras o servidores públicos. Incluso, han llegado a retener personas contra
su voluntad para forzarlas a pagar o entregar documentos, si bien estos casos
apenas empiezan en nuestra entidad, en el interior de la república es pan de
cada día.
En la mayoría de los casos,
las víctimas de esta conducta, son mujeres que viajan solas, adultos mayores,
jóvenes y turistas, a quienes se perciben como blancos fáciles por su perfil
vulnerable.
Operan bajo una mecánica
premeditada, un vehículo colisiona o simula haber sido impactado por otro
automóvil, de forma leve o incluso sin contacto físico; los ocupantes del auto
provocador increpan al conductor víctima, a quien acusan de provocar el accidente;
después, aparecen supuestos testigos o cómplices disfrazados de ajustadores,
quienes amenazan con llamar a la policía, “retener” el vehículo o levantar
cargos judiciales y en este contexto de presión, miedo e incertidumbre, la
víctima accede a entregar dinero o firmar documentos sin comprender el alcance
legal de sus actos.
La iniciativa, que fue turnada
a la Comisión Puntos Constitucionales y de Justicia, implica adicionar que un
artículo 352 Bis al Capítulo II denominado “Ataque a la Seguridad del Tránsito
Vehicular”, que contempla delitos como el “ataque a la seguridad del tránsito
vehicular y la conducción en estado de ebriedad”.