• Los estados y la Policía Preventiva registran tendencias similares a la baja en sus niveles de credibilidad
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Estado de México. - Uno de
los aspectos que mide trimestralmente la Encuesta
Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi)
es el nivel de la confianza que
la población tiene respecto del gobierno, así como el nivel de efectividad que
percibe respecto de las instituciones gubernamentales,
especialmente aquellas dedicadas a la garantía de
los derechos a la seguridad
ciudadana y a la paz.
En ese sentido es de destacarse que entre los años 2024 y 2025 ha
habido un incremento en
el porcentaje de personas que desconfían en el gobierno, sobre todo a nivel federal y estatal.
Los datos
La ENSU reporta una caída a
lo largo del último año en la proporción de personas que declaran tener mucha confianza o algo de confianza en el gobierno
federal. En efecto, en septiembre de 2024 el Inegi estimó que 18.4% de
la población de 18 años y
más manifestaba tener mucha confianza en
el gobierno federal, es decir,
casi uno de cada cinco. Sin embargo, para
marzo de 2025 esa proporción había descendido a 16.2%, mientras
que para el mes de septiembre de 2025 la proporción descendió nuevamente a
13.3%.
Por su parte, las personas que
declaran tener “algo de confianza en el
gobierno federal” se ha mantenido prácticamente
en el mismo nivel, pues en septiembre de 2024 el porcentaje fue de 47.9%; en
marzo de 2025 fue de 50%, mientras que en septiembre de 2025 descendió
nuevamente a 48%.
En sentido contrario, el porcentaje de
quienes declaran tener “Algo de desconfianza” en
el gobierno federal pasó
de 17.9% en septiembre de 2024,
a 19.5% en marzo de 2025, y a 21%
en el mes de septiembre de 2025. Asimismo, la proporción de quienes declaran
tener “mucha desconfianza” en el gobierno de la República pasó de 14.8% en
septiembre de 2024, a 13.4% en marzo de 2025, pero a 16.6% en el mes de
septiembre de 2025.
Por su parte, las opiniones respecto de los gobiernos estatales y
de la Ciudad de México muestran tendencias relativamente similares, pues en septiembre
de 2024, la proporción de personas que expresaban “mucha confianza” sobre este
nivel de gobierno fue de 10.1%; en marzo de este 2025 descendió a 9.3% y en
septiembre, a 8.6%; y quienes manifiestan “algo de confianza” pasaron de 49% en
septiembre de 2024 a 47.3% en septiembre de 2025.
La población que expresó “algo
de desconfianza” con su gobierno estatal pasó
de 22.8% a 23.9%, mientras que quienes expresan mucha desconfianza pasaron de
16.9% a 19.2% entre los meses de septiembre de 2024 y septiembre de 2025.
Las fuerzas del orden van en el mismo sentido
Es interesante observar que
los datos respecto de las fuerzas de
seguridad del Estado registran
una tendencia similar a
la de los gobiernos: en septiembre
de 2024, 48.4% de la población mayor de 18 años declaraba algo o mucha desconfianza respecto
de la policía preventiva o municipal, mientras que en septiembre de 2025 el indicador se ubicó en 50%;
y respecto de la policía estatal, el cambio fue de 42.3% a 44.5% en el mismo
periodo. Por su parte, la Guardia Nacional y
el Ejército no registraron
cambios; pero sí la fuerza aérea pasando de 8.8% de mucha desconfianza a 9.4% y
la Marina de 8.5% a 9.4% en el mismo periodo.
Una crisis de confianza
El gráfico refleja un deterioro
en la confianza ciudadana hacia las fuerzas del orden.
Destaca el caso de la Policía Preventiva, que alcanza en
septiembre de 2025 su nivel más alto de desconfianza en el último año (52.7%),
seguido de la Policía Estatal (46.2%).
Este aumento indica que una proporción creciente de la población percibe que las acciones policiales no logran reducir la delincuencia ni garantizar seguridad cotidiana. En contraste, instituciones de carácter militar mantienen niveles de desconfianza relativamente bajos y estables, lo que sugiere una brecha persistente de legitimidad entre cuerpos civiles y castrenses. La tendencia global del gráfico apunta, por tanto, a una crisis de efectividad percibida en las corporaciones policiales locales, que puede estar vinculada al incremento de delitos visibles, a la corrupción y a la falta de resultados tangibles