• Mantiene Rigo Mares su actitud taciturna, mediocre y conformista en el PAN. • El PRI de Fabrizio del Castillo, se observa más vivo y dinámico que el blanquiazul. • Panistas no descartan que Francisco Pelayo y Susana Zatarain se apunten para competir en elecciones del 2027.
Uno de los aspectos que se han analizado por diversos
observadores del actual proceso político electoral, es que en Baja California
Sur los integrantes de la llamada oposición a Morena y sus aliados, hasta ahora
han desempeñado una labor que pasa casi desapercibida. Pareciera que están en
una competencia en donde ganar o perder les resulta prácticamente lo mismo.
En parte por el evidente nulo liderazgo que en el terreno
de los hechos y en la práctica política refleja el presidente del PAN, el
exdiputado Rigoberto Mares Aguilar, quien no ha podido desde que llegó a esa
posición, reflejar capacidad mínima de convocatoria ciudadana.
Esto se suma a una actitud taciturna de la mayoría de los
panistas que se niegan a despertar del todo.
En el caso del tricolor, que encabeza Fabrizio del
Castillo, no ha dejado de enviar señales de vida política. Por lo menos ha
realizado acciones hacia su interior que han dinamizado a una importante parte
de los militantes de ese organismo.
Por su parte en el PRD que preside Noé Jerónimo de la Rosa
Ojeda, que ya tiene registro estatal y que desde entonces se mantiene
prácticamente estático, en espera de lograr quizás oníricamente, que algún
inconforme del proceso interno de Morena, se convenza de sumarse al perredismo
y como consecuencia se integre a sus filas.
Esta actitud poco combativa mostrada hasta ahora por los
referidos partidos se suma a la escasa dinámica que se observa entre quienes se
supone esperan (prácticamente sentados), obtener una candidatura para contender
por los puestos de elección popular que estarán en juego en las elecciones de
junio del 2027.
Quizás están guardando sus energías y todos sus recursos
para aplicarlos de maneras decidida una vez que el partido guinda, que es la
fuerza a vencer, defina quienes serán sus abanderados oficiales.
Mientras tanto los panistas saben que Rigo Mares, Lupita
Saldaña y Javier Bustos intentarán estar más a la vista para ligar alguna
candidatura, sobre todo en el ámbito plurinominal, aunque ello le abone a
incrementar el malestar de la militancia azul.
Por su lado en Morena la actividad es álgida y se
incrementan las diferencias entre los diversos proyectos internos que enfrenta
a este partido al enorme reto de evitar su fractura, lo que no tiene medida de
comparación con la llamada oposición donde su dinámica política es casi
imperceptible.
Obviamente se espera que los opositores al morenismo, más
temprano que tarde despierten y se lancen más abiertamente al ruedo político,
pero hasta ahora no es así. Ya se tardaron.
Por supuesto no pierda de vista que para muchos panistas,
aún existe la posibilidad de que se inscriban en este proceso tanto el diputado
federal plurinominal Francisco Pelayo como la senadora Susana Zatarain, ambos
emanados del PAN.
Así que en general mientras que en Morena y sus aliados la
competencia interna sube de tono y se caldea, entre sus opositores hasta ahora
nadie ha levantado una voz que pueda ser considerada como de verdadera
oposición.
Veremos si el clima político principalmente del
blanquiazul, mantiene el mismo conformista, mediocre y taciturno ritmo político
de su dirigente Rigoberto Mares.
De seguir así no será difícil predecir el resultado
favorable para las propuestas de Morena y sus principales aliados.
Ya veremos qué sucede.