• El retroceso del mar llevó a las autoridades federales a delinear nuevamente la franja de 20 metros contigua a la playa, un trazo que ha dejado en el limbo terrenos ocupados por prestadores de servicios que los ejidatarios reclaman propios.
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La Paz, Baja California Sur.- Playa
Cerritos, una de las mejores para practicar surf en Baja California Sur (BCS),
es el centro de una disputa legal. El retroceso del mar llevó a las autoridades
federales a delinear nuevamente la franja de 20 metros contigua a la playa, un
trazo que ha dejado en el limbo terrenos ocupados por prestadores de servicios
que los ejidatarios reclaman propios.
Las tensiones actuales se originaron
en el 2020 cuando la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales
(Semarnat) delimitó la mencionada franja costera de Zona Federal
Marítimo Terrestre (Zofemat).
Esta nueva delimitación no es una
línea recta, sino que se enrosca para abarcar una zona que se inunda detrás y
la consideró como un cuerpo de agua. Para Moreno la Semarnat le hizo demasiado
caso a esta inundación, mientras que los prestadores señalan que lo hicieron de
esta forma para afectar propiedad privada.
“La Ley Federal de Bienes Nacionales
indica que para que una propiedad privada se convierta en zona federal, tiene
que estar abajo del agua por más de seis meses, pero en este caso el agua entra
a la zona cada cinco años y dura una semana, porque se filtra, no es un cuerpo
de agua en sí”, señaló un prestador de servicios del área del que guardamos su
identidad.
El ejido se adjudica todo el frente de
playa bajo el argumento de que cuando le dieron su dotación de tierra, se le
otorgó la superficie entera desde un punto georreferenciado hasta la costa del
océano pacífico. Bajo esa óptica, cualquier extensión de la superficie les
pertenece.
Además, el Ejido posee una concesión
sobre la Zofemat que le fue otorgada por la Semarnat en el 2022, a través de la
cual le confiere el derecho a aprovechar el área por un tiempo determinado,
pero no crea derechos de propiedad.
Sin embargo, los prestadores de
servicios señalan que el área en controversia es producto de los terrenos
ganados al mar, por lo que exigen que el ejido deje de controlar y lucrar con
el área y que la Semarnat intervenga para ordenar la zona en controversia y la
Zofemat, es decir, la franja de 20 metros contiguos al promedio de la marea más
alta en un año.
Historia de la controversia
Hace 20 años, la playa Cerritos era
tranquila y espaciosa. Sus olas atraían un turismo que demandaba alimento,
bebidas y clases de surf. Pero en la última década, se convirtió en un polo
inmobiliario y turístico que ha generado un crecimiento urbano acelerado.
Cerritos es una localidad con 126
habitantes que forma parte de la delegación de El Pescadero. Al igual que las
localidades vecinas de Todos Santos y El Pescadero, la de Cerritos ha vivido
una alta migración nacional e internacional y tiene una economía centrada en el
turismo.
En noviembre del 2023, el comisariado
del ejido El Pescadero llamó por separado a todos los prestadores de servicios
turísticos de escuelas de surf, renta de sombrillas, masajistas y vendedores
ambulantes que trabajaban en la playa, para informarles que la Semarnat les
otorgó una concesión de Zofemat y que tenían dos opciones: desalojar la zona o
pagar una renta mensual.
“El ejido llegó, me reubicó y me
empezó a cobrar 12 mil pesos mensuales por 100 metros cuadrados. También fueron
con otros comerciantes pidiéndoles derecho de piso. Se me hizo un abuso, pero
les pagué y al mismo tiempo investigué”, señaló un segundo prestador de
servicios entrevistado para este reportaje.
A pesar de que los lotes que ofrecían
para la renta estaban sobre la Zofemat y sobre la zona de controversia, el
ejido hacía firmar un
contrato de arrendamiento de superficies de tierra de uso común que no
incluía las coordenadas del espacio a rentar y enfatizaba la confidencialidad
del contrato.
Uno de los prestadores de servicios
pagó dos meses de renta. En ese mismo plazo averiguó, junto con otros
prestadores, que el título
de concesión del ejido de 5 mil metros cuadrados de la Zofemat fue otorgado un
26 de diciembre del 2022.
Los prestadores de servicios se
percataron de que ellos trabajaban en la zona de controversia y no en la
concesión de Zofemat del ejido, por lo que este último no tenía derecho a
cobrarles renta.
También que la concesión sólo puede
tener un uso para protección, por lo que el ejido solo puede llevar a cabo
actividades que tengan por objetivo preservar el paisaje y el entorno. En caso
de emprender actividades distintas a estas, puede resultar en sanciones
administrativas y la revocación de la concesión, de acuerdo con John Moreno,
abogado y residente de Todos Santos.
Alrededor de 100 prestadores de
servicios se agruparon como Asociación de Proveedores de Servicios y Surf de la
playa Cerritos, y dejaron de pagarle al ejido. Sin embargo, el ejido empezó a
intimidarlos y a amenazarlos.
“Nosotros respetamos al ejido y no
estamos tratando de quitarle ni un centímetro. Les dije, ‘yo sé que tengo que
pagar por estar aquí, pero le quiero pagar a la persona que en verdad demuestre
que le pertenece’. Estas personas del ejido se molestan y a unos compañeros los
demandaron diciendo que les estaban quitando su patrimonio”, señaló uno de los
prestadores de servicios.
Para este reportaje se buscó a Carlos
Salgado para una entrevista, actual presidente del Comisariado Ejidal de El
Pescadero, y a la Dirección de Zofemat del Ayuntamiento de La Paz (Zofemat La
Paz), pero no hubo respuesta.
Desde finales de 2023 y durante todo
el 2024 proliferaron los prestadores de servicios, comerciantes y la
instalación de restaurantes con estructuras fijas en la zona en controversia
con la anuencia del ejido. Los restaurantes utilizaron maquinaria pesada,
cimentación, e instalaron fosas sépticas en la playa, sin embargo, se desconoce
si cuentan con una Manifestación de Impacto Ambiental autorizada por la
Semarnat para estas obras y actividades en un ecosistema costero.
En el 2023 la Asociación de
Proveedores de Servicios y Surf de la playa Cerritos interpuso una denuncia
ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) por el impacto
ambiental de los restaurantes en la zona.
Sin embargo, al acudir los inspectores
de Profepa al área, se enfocaron en los prestadores de servicios y no en los
restaurantes, y a la fecha no hay una resolución favorable aún.
“Los restaurantes están en terrenos
ganados al mar al igual que nosotros. La única diferencia es que nosotros no
hacemos daños a la naturaleza. Los restaurantes llegaron con maquinaria pesada
e hicieron un desastre, pero hasta la fecha no se ha hecho una investigación
del impacto ambiental que causaron”, señaló un integrante de la asociación.
Los restaurantes pagaban entre 40 y 50
mil pesos mensuales al ejido. “Todo era felicidad hasta que llegó el
municipio”, señaló el mismo.
A principios del 2025, el Ayuntamiento
de La Paz acude a hacer una verificación del comercio que se realiza en la
playa Cerritos y les pide a los restaurantes comprobar la legal ocupación del
espacio.
“Ahí explotó la segunda bomba. La
primera fue cuando nos revelamos y les dejamos de pagar. La segunda fue cuando
los del municipio le dicen a los restauranteros que tienen que dejar de pagarle
al ejido y pagarle a la Zofemat La Paz como ocupante irregular”, señaló uno de
los prestadores de servicios.
En febrero del 2025, Baldomero
Mendoza, director de Asuntos Jurídicos del Ayuntamiento de La Paz, notificó al ejido
de que las tierras de uso común estaban correctamente delimitadas y que la zona
en controversia estaba fuera de estos límites y sujeta a la administración de
la Zofemat La Paz.
También le advirtió que dejara de
realizar actos que implicaran el dominio del polígono, y de exigir pagos sobre
el uso del terreno a las personas, ya que en caso de hacerlo, sería denunciado
ante el Agente del Ministerio Público.
A raíz de eso, el ejido dejó de
hostigar a los comerciantes por un mes, pero en marzo, para presionar a los
restaurantes a pagarles de nuevo, colocó una caseta con una pluma sobre una vía
pública para controlar el acceso de personas y vehículos a la playa.
Algunos de los prestadores de
servicios han buscado una concesión de Zofemat de parte de Semarnat pero no han
tenido éxito. En su lugar, lo que han obtenido, junto a algunos restaurantes,
es un permiso como ocupantes irregulares brindado por el Ayuntamiento de La
Paz.
Remoción de caseta
En atención a una denuncia ciudadana a
través de la App
La Paz, el Ayuntamiento de La Paz inició un proceso administrativo
contra la obra de una caseta por no tener permiso de construcción y por que
obstaculizaba una vialidad pública con registro en la Dirección municipal de
Catastro, sin embargo, el Ejido El Pescadero no liberó la vialidad, y por ese
motivo el 23 de mayo, la autoridad clausuró y demolió las obras.
“Se dejaron notificaciones y
citatorios de parte de la Dirección de Movilidad y Espacio Público y de la
Dirección de Obras Públicas, venció el plazo y en consecuencia se dio la orden
de demolición y desocupación de la vía pública. Al no hacerlo el particular, el
Ayuntamiento tiene las facultades para ir a hacerlo, y es así como con un
operativo demolió la caseta y pudimos liberar ese espacio”, señaló Pavel
Castro, contralor del Ayuntamiento de La Paz.
El papel de la contraloría ha sido el
de rearticular una estrategia de liberación de acceso a playas a través de la
atención de las denuncias, de la revisión jurídica de los casos y de encausar
las denuncias con las áreas competentes del Ayuntamiento de La Paz.
A su vez, la Profepa retiró y
clausuró la caseta el 19 de abril y tiene en curso una
investigación sobre este hecho.
·
Adjudicación
del terreno: la controversia a resolver
Cuando el ejido de El Pescadero
recibió su dotación de tierras por parte de la Secretaría de la Reforma
Agraria, actualmente Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano
(SEDATU), no existían instrumentos de alta precisión y eso originó la controversia
que hay actualmente con respecto a los límites de las tierras ejidales
“Hubo muchas imprecisiones y errores,
por eso toda la franja costera la delimitación es imprecisa. La gente dice que
hay terrenos ganados al mar, pero es algo que están diciendo para justificar la
posesión de la superficie. Hay grupos que se alinean más con una delimitación
que con otra, sin embargo, el decreto presidencial por el cual se creó el ejido
es muy claro: le dotó todo lo titulable de un punto georreferenciado hasta toda
la costa. Cualquier superficie desbalagada le va a corresponder al ejido”, señaló
el abogado Moreno.
Sin embargo, los prestadores de
servicios insisten en que cuando se hace la nueva delimitación en 2020, se
generan terrenos en medio, que, de acuerdo con la Ley General de Bienes
Nacionales, deben ser considerados como ganados al mar.
“Legalmente deberían llamarse terrenos
ganados al mar, pero hasta que la autoridad no de un papel escrito que lo
reconozca. Por eso se aprovecharon de ese vacío en la ley para darle permiso a
todos los restaurantes de meterse a la playa”, señaló uno de los prestadores.
Rumbo a la resolución de la
controversia
Debido a que la controversia ha
surgido por la incertidumbre de si la zona en disputa es o no zona federal, la
solución para resolverla es que la Semarnat haga una correcta delimitación de
la zona federal.
“La propuesta de cómo poner orden es
que, la Dirección de Zofemat Federal… en conjunto con Sedatu, lleven a cabo una
delimitación que reconozcan virtualmente como permanente, donde delimiten con
ultra precisión el uso común, la propiedad privada y por ende, lo demás, que
por default resultaría ser zona federal”, señaló Moreno. Esto que resulte
federal quedaría sujeto a una concesión por parte de Semarnat para su uso.
Moreno señala que es deseable que el
Ayuntamiento de La Paz solicite a la Semarnat el acuerdo de destino de la
misma, y a su vez el Ayuntamiento ponga la zona bajo administración de un
consejo local para ordenar el territorio de forma precisa y democrática en ese
espacio distinto al ejidal.
“Habrá ciertas irregularidades en las
cuestiones administrativas, es normal. Lo que no es normal es la falta de
compromiso y la falta de intervención decidida por parte de la autoridad. Hay
una falta de voluntad para actuar y poner orden con base en la ley”, señaló
Moreno.
*Este artículo se publicó
originalmente en Causa Natura
Media.