Las recientes expresiones del exalcalde de Los Cabos Oscar Leggs en contra de las diversas autoridades de gobierno e incluso de la propia fiscalía anticorrupción que encontró condiciones para ser sometido a proceso judicial por el presunto mal manejo de dinero público, es una muestra más de lo patético que puede resultar un político ya en franca deformación y decadencia.

La beligerante reacción de Leggs Castro, era de esperarse.

Encontrarse ahora ante una adversidad legal y política que se espera se agudice en los próximos meses, lo lleva ahora a despotricar.

En parte porque cada día está más solo sin sus ex colaboradores y ex colaboradoras sobre todo del ámbito mediático y en parte porque sus recientes alianzas parece que lejos de levantarlo le han propiciado caer más.

Ese anuncio hecho con bombo, platillo y birria de que están de su lado la senadora, Lucía Trasviña y el subsecretario de agricultura y exgobernador Leonel Cota, fue una especie de lastre que afectó tanto a Leggs como al mismo exmandatario estatal y sobre todo a su hijo el diputado Manuel Cota Cárdenas, que también le salpicó en su rostro la suciedad política que representa el exalcalde cabeño.

Así que veremos si en efecto Oscar Leggs puede revertir las serias acusaciones hechas en su contra por el presunto mal manejo de dinero público y si en lo político resulta verdad que Leonel Cota Montaño va a meter sus pulcras manos a la lumbre de un exalcalde que cada día se desfigura más y resiente cada vez más la ausencia de muchos de los que ayer le aplaudieron sus desmanes y desfiguros y hoy no quiere ni pasar por El Migriño, la comunidad de la que es originario Leggs Castro.

Claro que el legislador federal Manuel Cota, seguramente ya midió a estas alturas que fue un error mandar la abrupta señal de que Leggs Castro es parte fundamental de su proyecto político pues son muchos los negativos que resaltan a estas alturas en el entorno del ex munícipe sureño.

Ya veremos que resuelve por su parte Morena, que está en la búsqueda de fortalecer su unidad y el trabajo en torno al trabajo político que se avecina que es nada más y nada menos que la sucesión gubernamental del 2027.