• ¿Qué pasa con la decepcionante dirigencia del PAN que encabeza Rigo Mares? • Nada que ver con lo que fue el blanquiazul que ganó dos veces la gubernatura • ¡Vaya dueto de perdedores! Rigo Mares y Lupita Saldaña van por el sendero de las derrotas.
¿Qué pasa con
el PAN sudcaliforniano?, ¿acaso supone su dirigencia que con esa tibieza que se
manejan actualmente podrán hacer una oposición realmente competitiva?
Francamente
la presidencia estatal que encabeza Rigoberto Mares Aguilar, provoca más pena
que otra cosa.
No causa
ningún tipo de escozor ni a propios ni a extraños.
Más
intrascendente y gris será difícil de concebir, pues es una dirigencia fallida
que lejos de sumar cada día resta más.
Vaya ni su
propia militancia ha podido soportar los desplantes de un Rigo Mares que se
perdió en actitudes ególatras que lo llevan poco a poco a ser uno de los peores
líderes panistas en la historia local que va por un sendero donde las derrotas
están definitivamente aseguradas.
Por supuesto
que esto para Mares Aguilar y sus cada día más escasos seguidores cercanos, es
difícil de aceptar.
Pero lo
cierto es que el PAN sudcaliforniano no es ni la sombra del partido político
que alguna vez fue y que en dos ocasiones conquistó la gubernatura estatal.
Hoy las
expectativas son más negativas que de otro tipo.
Por supuesto
que a la dirigencia blanquiazul esto le importa muy poco y seguramente seguirán
igual en lo que resta del actual período gubernamental.
Por su parte,
para la principal fuerza política en la entidad que radica en Morena, este
comportamiento del PAN sudcaliforniano obviamente no le causa ningún tipo de
preocupación.
Quizás por
ello entre los morenistas el ánimo de triunfo está todavía muy alto.
No es para
menos, la supuesta fuerte oposición que se dice es el albiazul, está cada día
más debilitada.
Así que no es
difícil predecir ya desde ahora, un destino político lleno de derrotas para
este periodo que encabeza Rigo Mares quien además en esa ruta adversa, cuenta
con la fabulosa ayuda de la deprimente diputada local, Lupita Saldaña.
¡Vaya dupla
de perdedores!