• Este proyecto que fue presentado en 2024 por la Coordinación Estatal de Salud Mental, CES-MA, a cargo de Juan Pablo Peña, avalado por la autoridad federal, tiene la expectativa de que inicie el segundo semestre de 2025 para brindar orientación y acompañamiento a personas cuyo bienestar está comprometido.
La Paz, Baja
California Sur. - Mediante la suma de esfuerzos entre federación y estado
continúa reforzándose la prestación de servicios terapéuticos gratuitos para
personas con afecciones emocionales, asociadas o no al consumo de
estupefacientes, como se refleja en el proyecto autorizado por la Comisión
Nacional de Salud Mental y Adicciones (CONASAMA) para que el Gobierno del
Estado Sur opere una línea telefónica de apoyo psicológico.
Esta acción
fue confirmada por el comisionado Nacional de Salud Mental y Adicciones,
Francisco José Gutiérrez Rodríguez durante una visita a Baja California Sur, a
fin de estrechar la coordinación con el sector salud en el estado para
optimizar la atención de pacientes con este tipo de afecciones, indicó la
titular de Salud, Ana Luisa Guluarte Castro.
Este proyecto
que fue presentado en 2024 por la Coordinación Estatal de Salud Mental, CESMA,
a cargo de Juan Pablo Peña, avalado por la autoridad federal, tiene la
expectativa de que inicie el segundo semestre de 2025 para brindar orientación
y acompañamiento a personas cuyo bienestar está comprometido, al no lograr la
gestión eficiente de emociones complejas, precisó la médica.
Comentó que
se tienen protocolos de actuación ante situaciones críticas, que incluyen
evaluación, derivación y seguimiento de pacientes; se prevé el fortalecimiento
de la plantilla de profesionales de la salud debidamente calificados para
brindar intervenciones.
Agregó que
actualmente CESMA mantiene trabajo coordinado con C4, que tiene a su cargo el
número de emergencia 911, para atender llamadas por crisis emocionales.
Guluarte
Castro enfatizó que son acciones que impulsa el estado, junto con jornadas de
tamizaje en escuelas y comunidades, para identificar y brindar tratamientos
oportunos a personas que presentan señales de alerta por estas afecciones, con
la perspectiva de que no evolucionen a fases de mayor severidad como pueden ser
los comportamientos suicidas.