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Hoy es jueves, 25 de abril de 2024

En privado

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Fue luego de presentir que de sus propias manos se le caían las posibilidades de ser el ungido por Morena, cuando los tarascones, en sus intenciones no solo de rasgar el cielo sino de lograr prenderse de “algo”, --vulgo tirarle al cien para pegarle al diez--, aventó a diestra y siniestra Rubén Muñoz Álvarez con el fin de alcanzar una candidatura. Es más,  ya no tanto de color Morena, sino del color que fuera.


De acuerdo a los datos que obran En Privado, cabe decir que esos tarascones no solamente fueron hacia el Panal y hacia el entonces llamado nuevo PRD, donde presumiblemente le habían garantizado su respaldo, --o bien hacia el PVEM como tantos lo vaticinaron--, sino que esos tarascones, finalmente también los aventó hacia el PMC, lo que explicaré más adelante.


En efecto, estaba por finalizar el mes de noviembre de 2020, cuando trascendió que el proyecto de Rubén Muñoz Álvarez, --entonces aspirante a candidato a la gubernatura de Baja California Sur por Morena--, habría alcanzado mayor fuerza luego de que el Partido Nueva Alianza (Panal) y el denominado Nuevo PRD de BCS tomaron el acuerdo de sumarse a las propuestas del también alcalde de La Paz.


Incluso, y aunado a lo anterior,  por esos mismos días trascendió que Muñoz Álvarez se reunió con el dirigente del Panal, Enrique Rivas Reyes, quien presumiblemente le garantizó su respaldo, “ya que coinciden en la visión de trabajar por el bien de Baja California Sur”.


Después, para mediados de febrero de 2021, el propio Rivas Reyes, en su calidad de presidente del Comité Directivo Estatal del Partido Nueva Alianza en Baja California Sur, anunciaría que, ese instituto político podría ir en candidatura común con el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y con BCS Coherente, reconociendo que ha mantenido acercamientos con los líderes de ambos partidos, y cuyas pláticas han terminado en altas probabilidades de conjuntar esfuerzos para una alianza.


En este mismo tenor, habría trascendido que más de una veintena de consejeros estatales y municipales del Nuevo PRD de BCS (llamado así porque Noé de la Rosa Escalante acababa de asumir el liderazgo supliendo a Antonio Gómez Riojas), habrían sostenido un encuentro en donde refrendaron su apoyo a la posible candidatura de Rubén Muñoz, toda vez que “consideran que el político en mención cuenta con la preparación y los ideales necesarios de izquierda para mejorar la situación de la entidad”.


Para entonces, sin dejar de lado esa reconocida astucia oral de Rubén Muñoz Álvarez,  logró  convencer a todos los personajes arriba mencionados de que “la mejor forma de trabajar por el progreso de Baja California Sur es a través de la unión”, lo que  dejaría en claro al sumar nuevas fuerzas a su proyecto.


Por supuesto que a sabiendas de la verborrea de Rubén, difiero mucho en cuanto al párrafo anterior, y retomando la vieja sentencia de que el arte de la política es comer mierda sin hacer gestos, yo en lo personal me veo obligado a anteponer totalmente el beneficio de la duda.


Y le sigo: al darse cuenta que pese a la extenuante lucha que emprendía para asirse de algo, y viendo que  las cosas no salían como las planeaba, en su intención de alcanzar una última tablita de salvación para sus aspiraciones políticas, Rubén aventó el último de los tarascones hacia el MC. Y sin pensarlo más, acudió en busca del dirigente en BCS Josué Estrada Flores con quien sostuvo pláticas. Y este, luego de escucharlo, a manera de evadir compromisos de esta envergadura, astutamente le propuso que acudiera a la ciudad de México para que sus propuestas las planteara directamente al dirigente nacional del PMC Dante Delgado Rannauro.


¿Pero, por qué el líder local del Movimiento Ciudadano optó por evadir esos compromisos? Sencillamente porque Rubén no solamente buscaba respaldo para él, sino que en sus planteamientos estaba implícito también el apoyo para las candidaturas tanto de Armida Castro Guzmán como de Manuel Cota Cárdenas y por tanto esa papa caliente no se la echaría en sus manos Josué Estrada Flores, sino que tal como lo hizo, se la aventaría a su dirigente nacional Dante Delgado Rannauro para que esas importantes decisiones se tomaran a nivel nacional.


Hasta aquí los tarascones de Rubén Muñoz. Y  --haciendo conjeturas--, podríamos pensar que si Rubén le hubiese planteado solamente su postura personal, tal vez Dante Delgado Rannauro hubiese accedido a sus peticiones, pero probablemente al escuchar la serie de  exigencias,  mejor optó por rechazarlo. No lo sabemos.


Lo cierto aquí es que, en su caso, Manuel Cota Cárdenas sí logró posicionarse envidiablemente, pero no por Morena, sino por el Partido Verde Ecologista de México, toda vez que, según trascendió, en la primera quincena de enero anterior, la empresa Centro Virtual y Servicios Inteligentes llevó a cabo una medición en la que colocó a Manuel Cota Cárdenas como virtual candidato del PVEM a la alcaldía de La Paz.


Así es. Y de acuerdo con la casa encuestadora, Cota Cárdenas logró mayor preferencia en simpatías incluso frente a Milena Paola Quiroga Romero, virtual candidata de Morena al mismo cargo, en tanto que tuvo un empate técnico con Marco Puppo, quien hasta ese entonces parecía ser el candidato del PAN. 


En síntesis, si durante su visita a BCS Andrés Manuel López Obrador no llamó a cuentas a todos los involucrados en este affaire político, llámense Leonel Cota Montaño, Rubén Muñoz Álvarez, Armida Castro Guzmán, Manuel Cota Cárdenas, y al propio dirigente de Morena Alberto Rentería Santana, que está orinando fuera del bacín, daremos como un hecho que el brote de desbandadas y con ello la fortaleza de los candidatos de los partidos de enfrente. 


Claro que las habas no se cuecen solamente en las cacerolas de Morena. Ya que también se están cocinando en “la gran alianza”, cuando se corre la versión de que el candidato a la alcaldía de La Paz no será Marco Puppo, sino Ricardo Barroso, del PRI.


Entonces, aun cuando los priistas dicen que votarán por Francisco Pelayo candidato de “la gran alianza” para la gubernatura, a través de redes sociales, algunos panistas opinan que no votarán por el candidato del PRI, lo que dividiría el voto, beneficiando a otros, como Cota Cárdenas.


El caso es que el divisionismo está  latente. Y quienes están en esa encrucijada son solamente dos: el profe Víctor y Pancho Pelayo. Ya veremos los resultados el 6 de junio.  Cuestión de tiempo.