Cabo San Lucas, Baja California Sur-. Por años el Club de Abuelos San Miguel, ubicado en Cabo San Lucas (CSL) ha sido un espacio en el cual cientos de adultos mayores se reúnen a pasar un rato agradable, recibir alimentos, apoyo de medicinas y convivir con otras personas de su edad. 

La pandemia del COVID-19 ha provocado que los abuelitos se queden sin su espacio, esto debido a que la tercera edad son el grupo que más en riesgo están de contraer la enfermedad y desarrollarla como grave, además se han emitido recomendaciones para que no se hagan concentraciones de personas, es por ello que el club ha dejado de operar como lo hace, ya que reciben aproximadamente 150 abuelitos al menos 3 veces por semana. 

Lamentablemente muchos de los asistentes al club son personas solas, sin familias que vean por ellos, siendo la única atención que reciben la que les otorga el club por medio de su directora, Sinaí Mota Trasviña, quien hizo un llamado a la comunidad de Los Cabos para que no dejen de apoyarla y entreguen donativos a los abuelos que mas lo necesiten. 

Algunas tiendas de autoservicio han decidido continuar ayudando a los abuelitos, por lo que han entregado alimentos, los cuales están siendo repartidos hasta las casas de los abuelos que más lo necesitan o bien, aquellos que tienen la posibilidad pasan por ellos a recogerlos con estrictas medidas de sanidad. 

“En esta contingencia el club obediente a las disposiciones gubernamentales y de salud ha cerrado sus puertas para pasar la cuarentena. Nuestra directora Sinaí Mota está al pendiente de la vulnerabilidad de las y los abuelos y hace llegar los donativos que en especie han llegado, entregado a las abuelas y abuelos por medio de voluntarias a puerta cerrada”, informó una de las abuelas del club, la señora Marilú Bretón.

Sin embargo, Sinaí Mota reconoció que su club es muy bendecido y cuenta con muchos apoyos, pero teme que la contingencia y el factor económico provoque que dejen de operar en el punto más alto de la pandemia, por lo que pide que a pesar de los momentos difíciles la población los apoye y no se deje en desamparo a los abuelos del Club San Miguel.