Cabo San Lucas, Baja California Sur.- Dos años se cumplieron de aquel 1 de septiembre cuando la Tormenta Tropical “Lidia” que impactó a Los Cabos dejó como resultado la muerte de al menos seis personas y el derrumbe de dos edificios, uno en Chulavista en Cabo San Lucas (CSL) y uno en Puerto Nuevo, San José del Cabo (SJC), ambos edificios construidos por la constructora Homex en zonas de arroyo y riesgo. 

A dos años de la tragedia de los derrumbes, los cuales no dejaron victimas mortales, las miles de familias que habitan en ambos fraccionamientos no han sido reubicadas como fue la promesa del aquel entonces gobierno federal de Enrique Peña Nieto, tampoco se les ha dado información certera sobre la regularización de sus créditos Infonavit y Fovissste, así como no se han construido los muros de contención que evite que los fraccionamientos se conviertan en verdaderos arroyos, el cual hasta ahora solo ha sido aprobado para Puerto Nuevo. 

Lo único que llena un poco de esperanza a los vecinos de ambos fraccionamientos es el anuncio de la Fiscalía General de la República (FGR) en Baja California Sur (BCS) sobre la apertura de carpetas de investigación en contra de autoridades y constructoras, que realizaron desarrollos inmobiliarios en Los Cabos, en zonas de alto riesgo luego de recorrer distintas zonas. 

“La Fiscalía General de la República participó en recorridos que realizaron diversos Delegados Federales en zonas de alto riesgo, como Chula Vista y Puerto Nuevo en el Municipio de San José del Cabo”, refirió la Fiscalía a través de un comunicado. 

Es decir que tras dos años de la tragedia, pero a más de 10 de reclamos, la FGR buscará aplicar responsabilidad penal en autoridades de los tres órdenes de gobierno y empresas constructoras, quienes emitieron autorizaciones y construyeron cuerpos habitacionales de manera irregular. 

“Nos sentimos defraudados, por más que hemos pedido la reubicación es algo que las autoridades no quieren hacer”, dijo Sergio Lozoya, representante de los vecinos de Chulavista en CSL. 

Pero mientras la justicia llega los vecinos piden que sus voces sean escuchados en el tema de la reubicación, algo en lo que ya perdieron esperanza, pero esperan que algún día pase, ya que a dos años de la tragedia de “Lidia” el miedo durante la temporada de lluvias es mayor.