• Historias que contar… • La invasión de El Batequito
Hablar de la invasión de “El Batequito” (invasión) en la jurisdicción de
Todos Santos, es hablar de una ominosa historia salpicada de corrupción y
complicidades; hace cerca de veinte años, ABCdario dio cuenta del inicio de esta
larga y tortuosa historia que hoy está a punto de concluir con el fallo inapelable
de los Tribunales de alzada (Federales) a favor de la familia Cota Olachea: Oscar
y Álvaro Cota Olachea.
Todo comenzó cuando “apareció” Adolfo Sánchez Pacheco --primo hermano de
Víctor Cervera Pacheco, Secretario de
Ramón Munguía, escudándose en las influencias y poder de su hermano
Francisco “Chico” Munguía, --que apoyó la campaña de Marcos Covarrubias e hizo
“brillar” en “sociedad” a María Elena Hernández de Covarrubias, aconsejándola
cómo se vistiera y cómo se comportará (según él)--, coludido con Adolfo Sánchez
Cervera, primo hermano del Secretario de
El expediente que no resiste un análisis jurídico ante la serie de inconsistencias
que se exhiben en el litigio, no fue obstáculo para que las autoridades locales
--agrarias y judiciales-- dictaminaran a favor de Sánchez Pacheco y su socio,
Ramón Munguía, aún en medio de grandes aberraciones, como es el hecho mismo de
la ubicación del predio que reclaman cuyas medidas se ubican justamente en el
mar, si bien es cierto que el predio colinda con el mar más no “mar adentro”
como se asienta en las “medidas” y colindancias presentadas en sus alegatos Sánchez
Pacheco y Ramón Munguía, de suerte que en el cuadro de construcción (ver fotografía)
que presentaron, solo forma un poligonal abierto (raya), no un polígono donde
se advierta cierto número de hectáreas, trazo que queda a más de 500 metros del
predio de los Cota Olachea, cuyas medidas concluyen varios metros dentro del
mar; aún así las autoridades locales --magistrados, jueces, actuarios y la
delegación de
Sería largo y tedioso enumerar un sinnúmero de subterfugios y artimañas a
las que recurrió aprovechando la corrupción prevaleciente en los órganos
encargados de administrar justicia y en los “vacíos” de la propia ley
(elasticidad) para operar a favor de la dilación y así procurarse el tiempo
necesario para “cuadrar” la invasión que hoy, tribunales de alzada están por otorgar
el fallo a los auténticos dueños del predio El Batequito; los Cota Olachea.
Poligonal con medidas y colindancias de la invasión de El Batequito
presentada por Adolfo Sánchez Pacheco, primo hermano del ex Secretario de
Este caso, como muchos otros más, dan fe cómo los órganos encargados de
administrar e impartir justicia en BCS traen la “carga ladeada”; el grave
estado de indefensión que enfrenta el ciudadano común y corriente ante una
justicia inalcanzable; la corrupción imperante y la compleja red de
complicidades, así como la delicada vulnerabilidad del estado de derecho
destrozado y pisoteado por un tipo sin escrúpulos como Adolfo Sánchez Cervera,
que ha hecho lo que le ha venido en gana con la “justicia” en el estado. ¡Qué
tal!.
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