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Hoy es miercoles, 24 de abril de 2024

El boom sí existió: autor catalán

Para escribir su libro Aquellos años del boom, que reeditará el sello Debate, Xavi Ayén emprendió una escrupulosa pesquisa que lo llevó durante más de diez años a escudriñar en diversos archivos, entre ellos el de Princeton

El boom sí existió: autor catalán

BARCELONA.

En Dublín es fácil hallar el rastro de Joyce, como en Praga el de Kafka o en Londres el de Dickens, pero en Barcelona no es sencillo seguir las huellas que dejó el boom latinoamericano a su paso por esta ciudad. No hay placas en las calles ni monumentos en las plazas que indiquen al paseante que aquí nació y murió el movimiento de la literatura en español más importante del siglo XX.

El barrio de Sarrià, ubicado en la zona alta y bienpestante de Barcelona, mantiene ese aire de pueblito que fue alguna vez no hace tantos decenios. Al caminar por sus apacibles calles cuesta imaginar y recordar que aquí vivieron y se desarrollaron en una misma zona, época y a una distancia de unos 50 metros, dos futuros premios Nobel de Literatura: Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa.

El colombiano llegó a la capital catalana en el otoño de 1967 con su esposa y sus dos hijos. Como un perfecto desconocido, vivió en la calle Caponata número 6. Dos puertas más allá, en la calle Osio 50, se instaló el peruano, que en 1970, también junto a su familia, cambió su residencia a esta ciudad, que en aquellos años se imponía a Buenos Aires y a la Ciudad de México como capital editorial del universo del libro en español.

En la esquina mítica de Sarrià en la que se cruzaron las vidas de Gabo y Vargas Llosa, se teclearon dos de los grandes libros de estos dos autores: El otoño del patriarca Pantaleón y las visitadoras, cuenta a Excélsior el periodista catalán Xavi Ayén, experto en el boom.

La Biblia del boom

Ayén es autor del libro Aquellos años del boom —una especie de Biblia de 876 páginas, documentada, entretenida, algo chismosa y nada académica– sobre este fenómeno “confuso y veloz” que quebró “los cimientos de la literatura en español”. Un libro publicado en España por la editorial RBA en 2014 y que en septiembre regresará a México, pero ahora publicado por Debate, con una edición reducida y actualizada.

Han pasado ya 50 años del inicio de boom, pero el ruido de aquella explosión creativa y su onda expansiva nos sigue llegando hoy. Ningún fenómeno en la historia de la literatura en español ha provocado tantos estudios, polémicas, entusiasmos, apoyos y rechazos como éste. Hay quienes dudan, incluso, de su existencia y lo atribuyen a una oportunista trama de marketing literario y editorial.

Movido por esas dudas, Ayén emprendió una escrupulosa investigación que le llevó más de diez años a recorrer los archivos de Princeton (que conserva los papeles de Vargas Llosa, Carlos Fuentes y José Danoso), los fondos documentales de la agencia Carmen Balcells y también los de la editorial Seix Barral. Se sumergió en el estudio de las cartas personales y de los documentos privados de los protagonistas; realizó una ingente cantidad de entrevistas con autores, editores, familiares, amigos... “Después de pasarme más de 10 años investigando puedo decir que el boom existió”, sentencia.

Estallido literario

Una vez determinada la existencia del boom, la siguiente pregunta parece clara: ¿Qué fue exactamente? Ayén lo resume así: “Una amalgama apasionada y vital en la que todo se mezcla: un estallido de buena literatura, un círculo cerrado de profundas amistades, un fenómeno internacional de multiplicación de lectores, una comunidad de intereses e ideales, un fecundo debate político y literario, salpicado de dramas personales y de destellos de alegría y felicidad”.

Escrito comocrónica, el voluminoso libro certifica que los escritores tenían conciencia de grupo y se reconocían en la etiqueta de boom (utilizada por primera vez por el argentino Luis Harss, autor del libro Los nuestros, en un artículo publicado el 9 de agosto de 1966 en la revista argentina Primera Plana). Y como grupo compacto que eran, actuaban como lobby, como clan. No es raro, explica el periodista catalán, que en México haya quien los llame mafia.

El origen

El libro relata con todo lujo de detalles cómo este fenómeno se inaugura un otoño de 1967, cuando, a bordo de un viejo Seat de alquiler, Garcia Márquez llega a Barcelona con la reciente publicación de su quinto libro, Cien años de soledad, bajo el brazo. El éxito de ventas de esta obra, apunta Ayén, catapultará el boom.

¿Cuántos y quiénes fueron los escritores? El autor del libro se ciñe a cinco que considera fueron los centrales: García Márquez, Vargas Llosa, José Donoso y dos escritores que no vivían en Barcelona, pero que venían con frecuencia: Julio Cortázar y Carlos Fuentes. Aunque había más: Jorge Edwards, Alfredo Bryce Echenique, Sergio Pitol, Cristina Peri Rossi, Nélida Piñon, Mauricio Wacquez...

La mamá grande

Se han escrito multitud de teorías sobre las razones que hicieron que este grupo de escritores de tanto calibre coincidiera en una misma época en una Barcelona ensombrecida por la dictadura franquista. Con la lectura de la investigación de Ayén queda claro que el motivo que mejor explica la confluencia de tanto talento en la capital catalana tiene nombre y apellido de mujer: Carmen Balcells.

La agente literaria, a la que todos llamarán la Mamá Grande, en referencia al cuento de Gabo Los funerales de la Mamá Grande, convence a los autores de que vivan en Barcelona y que se ocupen sólo de escribir. Así conseguirá crear bajo su amparo “la primera generación de escritores en español profesionales, los pone a trabajar ocho horas diarias y les dice que esto de la escritura es como ir a la oficina”, explica Ayén.

Cambia las reglas

Balcells consiguió reinventar, al menos en Hispanoamérica, el oficio de agente literario y de paso, comenta Ayén, “logró cambiar para siempre las reglas del juego en las relaciones entre autores y editores de literatura en español”.

Pero más allá de los logros literarios y comerciales, Ayén valora que el boom fue sobre todo “una inyección brutal de energía para América Latina en un época convulsa”. Y, además, con el boom se consigue algo inédito: “Por primera vez en la historia el canon de los mejores autores vivos viene de América Latina. Un colombiano, un mexicano, un peruano, un argentino... Eso nunca había sucedido”, sentencia el periodista.

El fin

Para Ayén, el movimiento muere el 12 de febrero de 1976. Ocurrió en la Ciudad de México de un modo novelesco: la mano de Elena Poniatowska poniendo un filete de carne ensangrentado en el ojo de Gabo para bajar la inflamación que le había provocado el derechazo que Vargas LLosa le acababa de propinar.

El golpe con el que el peruano castigó la cara del colombiano estuvo precedido por una frase lapidaria que acabaría con una amistad y con un movimiento literario: “Esto es por lo que le hiciste a Patricia en Barcelona”. Vargas Llosa, con su puñetazo, dejó tendido en el suelo al colombiano a las puertas de la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica en la Ciudad de México, tras el preestreno de la película Supervivientes los Andes, de René Cardona.

Con el ojo morado de Gabo y con los nudillos ardientes de Vargas Llosa se ponía el punto final a una fructífera relación personal y creativa.

Pero, ¿cuál fue el motivo de aquello? Xavi Ayén explica que Mario Vargas Llosa “vio como una traición” que su amigo García Marquez fuera indiscreto con su mujer, Patricia, al contarle algunas de sus aventuras amorosas. Hay quien habla, incluso, de una supuesta insinuación sexual de Gabo hacia Patricia; pero, según los testimonios recabados por Ayén, Gabo también le ofreció a sus abogados para que le ayudaran a exigir sus derechos en la crisis matrimonial que sufría la pareja.

El legado del boom

Polémicas sentimentales aparte, la pregunta clave para Ayén es: ¿Qué le debe la literatura al boom? El periodista responde sin atisbo de duda: “El boom rompió las fronteras de la literatura antes de la globalización y creó un mercado único literario en español. Antes cada país tenía a sus autores, había fronteras comerciales y de intereses rígidas”. Todo eso se acabó para siempre con la llegada del boom.

Hoy aquí, en las calles de Sarrià —entre espacios coworking y departamentos de lujo— (casi) nadie recuerda aquella explosión creativa que convirtió a aquellos escritores en los primeros rockstars de las letras hispanoamericanas.