• Obispo coadjutor Miguel Ángel Espinoza Garza afirma que persisten asesinatos, cobro de piso, trata, turismo sexual y alto índice de violencia intrafamiliar.
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La Paz, Baja California Sur.- El obispo coadjutor de la Diócesis de La
Paz, Miguel Ángel Espinoza Garza, aseguró que la violencia y la inseguridad en
Baja California Sur (BCS) no han disminuido, y llamó a construir soluciones
“entre toda la sociedad” a través de estrategias y políticas a largo plazo.
Durante su participación en el Consejo
para la Paz y la Justicia, expresó que la Iglesia aceptó participar porque la
pacificación “no puede ser tarea de unos cuantos, sino de todos: gobiernos,
universidades, sociedad civil e iglesias”.
“Con mucho gusto aceptamos la
invitación, porque descubrimos que la paz solamente la podemos construir entre
todos, no es algo que puedan hacer sólo algunos”, señaló.
“Sigue habiendo cobro de piso,
desapariciones, trata y turismo sexual” indicó Espinoza Garza.
Espinoza Garza afirmó que los
recorridos que ha realizado por el estado lo llevan a concluir que la violencia
persiste e incluso se ha agudizado:
“Todos podemos percibir que la
situación de violencia no ha podido disminuir; al contrario. Sabemos de
asesinatos, sigue habiendo cobro de piso, desapariciones de personas, trata y
turismo sexual. También existe un alto índice de violencia intrafamiliar”.
Reconoció que hay factores externos
que han impactado, como lo ocurrido recientemente en Culiacán, pero subrayó que
más allá de ello, el problema “es complejo” y requiere soluciones
estructurales.
“No es suficiente lo que se ha hecho;
debemos unirnos”
Si bien destacó que hay esfuerzos
institucionales para atender la problemática, señaló que no son suficientes:
“Se han hecho esfuerzos desde todas
las instancias, pero nos damos cuenta que no es suficiente. Por eso esta
inquietud de poder unirnos como sociedad y encontrar estrategias y políticas a
largo plazo para disminuir la violencia”.
Añadió que, aunque BCS no alcanza los
niveles de violencia de otras entidades, “nunca es aceptable”, por lo que
existe una responsabilidad compartida de familias, universidades, empresas y
gobierno.
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Cercanía
con colectivos de búsqueda y víctimas
Respecto a su relación con el
colectivo Búsqueda por la Paz, el obispo destacó que la Iglesia tiene una labor
espiritual y un acompañamiento cercano:
“La Iglesia quiere ser una fuerza
espiritual que ayude a crear relaciones fraternas y solidarias. Nos toca
acompañar a todos y especialmente a quienes padecen violencia. Reconocemos la
labor del colectivo Búsqueda por la Paz y nos gustaría apoyarlos más, a ellos y
a cualquier organización que construya la paz”.