• Recientemente, este proyecto fue reconocido como “Mejor Trabajo de Aplicación Práctica en Energías Renovables” por la Asociación Latinoamericana de Desarrollo Sustentable y Energías Renovables
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La Paz, Baja California Sur. -
La Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS), a través del trabajo
académico y de investigación que encabeza la Dra. Deneb Peredo Mancilla,
profesora investigadora del Departamento Académico de Ingeniería en Pesquerías,
desarrolla un proyecto piloto de biodigestores en comunidades rurales, con el
objetivo de evaluar su impacto social, ambiental y energético, así como
identificar los factores que determinan el éxito de este tipo de tecnologías en
contextos comunitarios.
Este tipo de sistemas se
constituye como un reactor donde se generan condiciones anaeróbicas, es decir,
en ausencia de oxígeno, y su diseño ofrece un ambiente idóneo a las bacterias y
arqueas que se encargan de degradar la materia orgánica y generar gas metano.
De acuerdo con la
investigadora, actualmente el proyecto se encuentra en una etapa de evaluación,
en la que se analizan los elementos que influyen en la operación y
aprovechamiento de los biodigestores dentro de las comunidades. Entre los
factores identificados se encuentran el tiempo disponible de las personas para
operar y alimentar los sistemas, la distancia entre los corrales y los
biodigestores, lo que incide en el acarreo del estiércol, y de manera muy
relevante, la disponibilidad de agua.
Este último aspecto resultó
especialmente crítico durante el año pasado, ya que los biodigestores requieren
una mezcla de estiércol con tres partes de agua para su funcionamiento. El
prolongado periodo de sequía que enfrentaron las comunidades participantes
limitó el acceso al recurso hídrico, dificultando de manera significativa la
operación de los sistemas.
La Dra. Peredo Mancilla
explicó que se han estado midiendo de manera sistemática estos parámetros con
el propósito de que, al ampliar el proyecto a otras localidades, dichos
factores estén plenamente considerados y controlados, garantizando así un mayor
impacto y una implementación más eficiente.
A pesar de los retos, los
resultados preliminares han sido positivos. Las comunidades participantes ya
utilizan el biogás generado para preparar y calentar alimentos, lo que ha
permitido reducir el consumo de leña y otros combustibles que anteriormente debían
adquirir. De manera paulatina, el impacto del proyecto ha ido creciendo
conforme avanza la estandarización de la producción de biogás, representando
una ventaja significativa en la vida cotidiana de las familias beneficiadas.
Desde su planteamiento
inicial, el proyecto se enfocó en comunidades aisladas de la red eléctrica y
con actividad pecuaria, una realidad común en diversas localidades de Baja
California Sur. La falta de acceso a energéticos modernos incrementa la complejidad
de sus condiciones de vida y limita severamente sus actividades productivas. Un
ejemplo de ello es la imposibilidad de refrigerar alimentos, lo que obliga a
venderlos de inmediato y a precios desfavorables, afectando directamente el
bienestar y las oportunidades de desarrollo.
La catedrática universitaria
detalló que las comunidades participantes se localizan en el corredor de Los
Encinitos, entre Los Planes y la delegación de El Ancón, zonas que, debido a su
lejanía de la red eléctrica y su baja densidad poblacional, no cuentan con
planes de electrificación en el corto ni mediano plazo. Ante este panorama, el
proyecto buscó identificar alternativas energéticas viables y accesibles.
Si bien algunas comunidades
han recibido apoyos mediante sistemas solares fotovoltaicos, estos suelen
presentar complicaciones relacionadas con el mantenimiento, el reemplazo de
componentes y baterías. En contraste, los biodigestores se caracterizan por ser
sencillos de operar y no representar costos de operación para las familias.
Indicó que el biogás generado
se utiliza actualmente en procesos que requieren combustión, como la cocción de
alimentos, el calentamiento de agua y la calefacción. Asimismo, explicó que se
encuentra pendiente la evaluación para adaptar equipos de refrigeración que
puedan funcionar con biogás, con el fin de garantizar esta necesidad básica y
reducir costos. Hoy en día, las familias deben trasladarse hasta la ciudad de
La Paz para adquirir gas, lo que implica gastos considerables tanto por el
combustible como por el transporte.
La Dra. Deneb Peredo señaló
que otra línea de trabajo del proyecto es la conversión de motores de
combustión interna, tradicionalmente operados con gasolina, para que funcionen
con biogás. Esta adaptación permitiría a las comunidades realizar el bombeo de
agua utilizando una fuente de energía local y sostenible.
El proyecto también aborda
problemáticas de salud y medio ambiente, pues en estas comunidades, la leña es
el principal combustible para cocinar, y el humo generado por su combustión
provoca afectaciones importantes a la salud, algo que las y los habitantes
reconocen.
Adicionalmente, la
investigadora mencionó que el uso de biodigestores contribuye a reducir los
impactos ambientales derivados de la acumulación de estiércol, que puede
contaminar el suelo, llegar a cuerpos de agua durante las lluvias y generar
vectores de enfermedades. “Así, el proyecto busca revalorizar los residuos
pecuarios, transformándolos en una fuente de energía útil y controlada”.
Otra gran ventaja que
consideró la Dra. Peredo Mancilla es que, desde el punto de vista ambiental, el
biogás se considera un combustible de emisiones netas cero de gases de efecto
invernadero, ya que la energía liberada durante su uso corresponde a la misma
que previamente fue absorbida por las plantas y transferida al ganado a través
de su alimentación.
A diferencia de los
combustibles fósiles, cuya combustión libera dióxido de carbono que permanece
en la atmósfera, el uso de biogás permite controlar y aprovechar las emisiones
que de manera natural produciría la descomposición de la materia orgánica.
“Si el estiércol no se
incorpora a los biodigestores, genera de forma natural metano y dióxido de
carbono que se liberan a la atmósfera. Al integrarlo a estos sistemas, el
metano se produce de manera controlada y se utiliza con fines energéticos,
reduciendo así el efecto de calentamiento global y sustituyendo el uso de
combustibles fósiles”, refirió.
Finalmente, la Dra. Deneb
Peredo Mancilla señaló que el biogás representa una alternativa energética
altamente interesante, actualmente estudiada a pequeña escala en el medio rural
debido a la relevancia de la problemática social existente en estas comunidades.
No obstante, su aplicación puede extenderse a sistemas de mayor escala, siendo
uno de los principales retos la estandarización de la producción de biogás para
garantizar su eficiencia y continuidad.
Además de la Dra. Peredo
Mancilla, colaboran Damaris Fernández Escamilla y Alfredo Bermúdez Contreras,
de la UABCS; así como Edwin Zelaya Benavides, de la Universidad Autónoma
Comunal de Oaxaca. Destaca que este proyecto de investigación recientemente fue
distinguido con el reconocimiento “Mejor Trabajo de Aplicación Práctica en
Energías Renovables”, otorgado por la Asociación Latinoamericana de Desarrollo
Sustentable y Energías Renovables (ALDESER) en el marco del Congreso
Internacional de Desarrollo Sustentable y Energías Renovables, realizado
recientemente en Orizaba, Veracruz.