Muy buenos días estimable Lector, gracias, muchas gracias por continuar prefiriendo este su Diario El Independiente.
Inicio esta columna comentando
a Usted: Actualmente para los gobiernos Federales, Estatales y Municipales, les
resulta de la mayor importancia afirmar que los asuntos de justicia, seguridad
y derechos humanos no pueden verse o plantearse de manera inconexa. Para todas
estas autoridades es imprescindible armonizar las premisas de la prevención del
delito, la lucha contra la delincuencia, impartición de justicia y la
readaptación social del delincuente, así como el respeto a los derechos
humanos. Reconocen que, en estas materias, la concepción debe ser integral, si
se presentan fallas, deficiencias o insuficiencias en algún espacio de las
responsabilidades del poder público, ello repercutirá en los demás. Por tal
razón, es necesario identificar con bastante cuidado los problemas y la
ramificación de sus consecuencias, para que las soluciones obedezcan a un
enfoque integral. Al Gobierno Federal, Estatal y Municipal le preocupan las
expresiones que en el extranjero se han manifestado respecto de la inseguridad
que prevalece en nuestro País, porque desalientan la inversión productiva y la
generación de empleos. Sin embargo, entre las mexicanas y los mexicanos existe
un profundo sentimiento de frustración, indefensión e irritación ante la
incompetencia que muestran ciertas autoridades para combatir eficazmente a la
delincuencia.
En este sentido; La sociedad
demanda que el gobierno sea capaz de asegurar la observancia y aplicación de la
Ley, ya en la prevención del delito, la investigación o en la persecución y
enjuiciamiento de los presuntos responsables, así como de garantizar la
supervisión y vigilancia de la operación de los órganos de procuración de
justicia. Para ello, es necesario el perfeccionamiento de las
disposiciones legales
relativas a la investigación y persecución de los delitos, de manera que las
autoridades cuenten con más y mejores elementos de actuación y puedan brindar
una adecuada seguridad jurídica al ciudadano. Es urgente proponer y alertar en
la sociedad una cultura de la denuncia y regular con mayor precisión los actos
del ministerio público que proceden a l solicitud de la orden de aprehensión,
primordialmente en lo que se refiere de las ordenes de presentación, el arraigo
y el cateo ministerial; abatir la impunidad derivada de las disposiciones
procesales o de un mal desempeño de los servidores de la justicia; desarrollar
en la Ley las normas constitucionales sobre derechos de las víctimas del delito
y reparación del daño; establecer preceptos que garanticen un trato adecuado al
ciudadano en la formulación de denuncias y vigilar el cumplimiento de la
integración, por otro lado, es necesario que los jueces y magistrados cuenten
con todos los medios legales, los recursos técnicos y los elementos materiales
para que su función se manifieste con la lata dignidad de quienes aplican la
Ley para preservar el imperio de derecho y evitar la corrupción.
Concluyo: Es imperativa la
modernización del equipo de las instituciones encargadas de la seguridad en los
tres órdenes de gobierno. Además, diseñar e instrumentar un sistema de normas y
procedimientos que materialice la carrera policial y de impartición de
justicia, a partir de reglas de ingreso, promoción y retiro, así como de
criterios para la fijación de percepciones y reglas precisas sobre previsiones
sociales. Ello con el objetivo de contar con autoridades profesionales honestos
y probos en la administración e impartición de justicia y ponerle un dique a la
corrupción.