• Diversos estudios y encuestas afirman que los hombres acuden con menor frecuencia que las mujeres a consultas médicas preventivas.
Estado de México. - En México,
los hombres acuden con menor frecuencia que las mujeres a consultas médicas
preventivas, lo que impacta directamente en su esperanza y calidad de vida. De
acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), los hombres viven en
promedio cinco años menos que las mujeres, y una de las principales razones es
la atención tardía de enfermedades.
Por su parte, el Instituto
Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) estima que más del 60 % de los
hombres solo busca atención médica cuando los síntomas son graves o
persistentes. Este patrón de comportamiento, afirman especialistas, está
vinculado con factores culturales, emocionales y sociales que moldean la forma
en que los hombres perciben la salud.
“Existe una idea muy arraigada
de que ir al médico es signo de debilidad o exageración, y eso retrasa
diagnósticos que podrían hacerse a tiempo con exámenes sencillos”, señala la
doctora Cynthia Vega, vocera oficial de PiSA Farmacéutica.
Entre las principales causas
que explican este comportamiento destacan:
·
Temor al diagnóstico. Muchos hombres evitan
acudir al médico por miedo a recibir malas noticias o ser diagnosticados con
una enfermedad grave.
·
Vergüenza o tabúes. Persisten prejuicios al
hablar de temas íntimos, especialmente en revisiones urológicas o de salud
sexual.
·
Estereotipos de género. La idea de que “los
hombres deben ser fuertes” genera resistencia a mostrar vulnerabilidad o pedir
ayuda.
·
Falta de hábitos preventivos. En la mayoría de
los casos, los hombres priorizan atender enfermedades ya desarrolladas en lugar
de prevenirlas.
De acuerdo con datos del
Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), siete de cada diez casos de cáncer
de próstata se detectan en fases avanzadas, lo que reduce las posibilidades de
un tratamiento exitoso. Además, enfermedades crónicas como diabetes e hipertensión
suelen diagnosticarse cuando ya existen complicaciones.
“Promover la salud masculina
implica romper con estigmas culturales. Revisarse no es un signo de debilidad,
sino una muestra de responsabilidad y autocuidado”, agrega la doctora Vega.
Fomentar el autocuidado y la
prevención es fundamental. Se recomienda que los hombres realicen chequeos
anuales a partir de los 30 años, que incluyan medición de presión arterial,
glucosa, colesterol y valoración prostática después de los 40. Estas revisiones
no solo permiten detectar a tiempo posibles enfermedades, sino que también
mejoran la calidad de vida y reducen riesgos futuros.