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Hoy es domingo, 30 de noviembre de 2025

En privado

• ¡Linda cosa!


 

Esta, era una de las expresiones cotidianas del periodista Felipe Ojeda, cuando quería hacer una crítica sobre algo o alguien que no le parecía en su exacta dimensión, o que estaba fuera de contexto.

Y claro, la utilizaba en vez de recurrir a palabras altisonantes.

 

En la entrega de hoy aprovecho la expresión para hacer referencia a lo que acontece con Rubén Muñoz Álvarez.

 

¿Por qué...?

 

Porque Rubén, en estos momentos, se dice encabezar supuestas encuestas para gobernador de Baja California Sur.

 

¡Linda Cosa!

 

Lo hace, claro está, rebasando niveles de descaro y osadía tal es su costumbre.

 

Y es que nadie olvida el caso de corrupción que supuestamente cometió Rubén Muñoz Álvarez, por el cual hoy por hoy aún sigue vinculado a proceso.

 

Así es.

 

Fue justo en esos tiempos cuando el pueblo le confió la presidencia municipal de La Paz.

 

Alcaldía que obviamente dejó en el abandono para escalar otro puesto político que le sirvió de refugio bajo el pretexto del fuero para no responder a los constantes llamados que le hacía la Fiscalía Anticorrupción de Baja California Sur, que ya lo tenía en la mira para que respondiera por sus fechorías.

 

Incluso, la Fiscalía Anticorrupción, llegó al grado de ratificar la solicitud de desafuero de dicho cargo, como Diputado Federal.

 

En fin, lo cierto es que el juez de la causa, encontró elementos o pruebas suficientes para vincularlo a proceso.

 

Es decir, no ordenó su encarcelamiento, pero tampoco lo absolvió, ya llegado el momento determinará si es culpable o no.

 

Mientras tanto, el juez investiga y analiza los elementos que le entregó el Ministerio Público y tras esto ordenará Auto de Libertad, o Sentencia Condenatoria.

 

Y es que si en estos momentos Rubén sigue disfrutando de su libertad es porque para estos asuntos la ley marca términos, y tiempos que pueden ser de dos a seis meses, toda vez que no se considera asunto grave.

 

Y claro, al haber pocos argumentos en su defensa, pues hay suficientes elementos para su acusación, Rubén ha tenido el descaro de reiterar que dichas acusaciones obedecen a cuestiones políticas y no precisamente a un orden legal.

 

Es por tanto que, aun cuando sea prendido a una cuerda floja, Rubén se dedica a hacer campaña en el desierto.

 

Pero en lo que se refiere a la política, ahí sigue, dando bandazo tras bandazo, y tropiezo tras tropiezo, yéndose de bruces como lo hizo al fracasar primero en su aspiración de ser gobernador del Estado y después en su aspiración de ser senador de la república.

 

Ahí sigue pues, tirando golpes a ciegas, transitando por el bajo mundo de las traiciones, como lo hizo cuando desde la presidencia municipal de La Paz, le metió zancadilla a Víctor Manuel Castro Cosío.

Pero aquí lo importante es que ni Manuel Cota Cárdenas, ni Homero Davis Castro, ni Saúl González Núñez, se dejen engaratusar por Rubén Muñoz, como no lo hace Milena Quiroga Romero, porque en lugar de hacerles un bien, les va a hacer un mal.

 

Y es que allá en sus delirios cargados de soberbia y arrogancia, Rubén acostumbra tener sueños de grandeza, y sumido en su mitomanía, es dado a inventar encuestas a su favor.

 

Por cierto, respecto a esto, debiera darle vergüenza andar difundiendo datos de presuntas encuestadoras, porque en cuanto a eso, lo cierto es que los comentarios en contra de Rubén Gregorio, son muchos más que los que están a su favor.

 

Pero retomando el tema, los delitos por los que se le han formado imputaciones son por Ejercicio Ilícito del Servicio Público y Coalición de Servidores Públicos, ambos previstos en el Código Penal de Baja California Sur.

 

Ahora bien, la parte acusadora la representan el Fiscal Anticorrupción Lenin Ortiz Amao, el Agente del Ministerio Público Juan Carlos Lupercio García, el abogado Baldomero Mendoza por el Ayuntamiento de La Paz, así como los representantes del Frente Ciudadano en Defensa del Agua y la Vida, abogado Arturo Rubio Ruiz y su apoderado legal Carlos Rubio.

 

En fin, lo que sí es un hecho, -como lo dije en una entrega anterior- que este caso está tan caliente, que despide pútridos olores, a grado tal que es mejor otorgarle el beneficio de duda.

 

No es para menos, es un caso inmerso en señalamientos no solo de irresponsabilidad sino lo que es peor, de corruptelas, por tanto, vale hacer hincapié en lo reiterado por el gobernador Castro Cosío, que la justicia está obligada a actuar.

 

Y lo más importante, también dicho por él: que aquí no existen ciudadanos de primera y de segunda.

Luego entonces, la autoridad responsable de aplicar justicia tiene la última palabra.

 

Cuestión de tiempo.