• Abogado expresa la “decepción” de los padres y madres por el estancamiento del caso, pese a las nuevas líneas de investigación propuestas por la presidenta.
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Estado de México. - Familiares de los 43 jóvenes desaparecidos de Ayotzinapa lamentaron
este jueves la falta de “avances sustanciales” en la investigación, tras
reunirse con la presidenta Claudia Sheinbaum para revisar el desarrollo del
caso que está por cumplir 11 años sin esclarecerse.
En entrevista
con medios a su salida de Palacio Nacional, Isidoro Vicario, abogado de los
familiares de los 43 jóvenes, expresó la “decepción” de los padres y madres por
el estancamiento del caso, pese a las nuevas líneas de investigación propuestas
por Sheinbaum.
En términos
generales, destacó que los familiares salieron de la reunión “un poco
decepcionados” por la falta de resultados a punto de cumplirse 11 años de la
desaparición ocurrida el 26 de septiembre de 2014.
“Y
precisamente en este mes de septiembre, no tenemos avances sustanciales que nos
puedan indicar o, por lo menos, ir acercándonos para saber qué pasó la noche
del 26, o que nos puedan acercar al paradero de los 43 estudiantes”, señaló.
Vicario
calificó la reunión “como las que ha habido anteriormente” y “nada novedosa”,
pese a que acudieron con “muchas expectativas”, después de las últimas dos
reuniones con Sheinbaum, donde les avisó de la conformación de un nuevo equipo
de trabajo, y nuevas líneas de investigación, que incluyen las líneas
telefónicas.
Vicario
señaló que tampoco les presentaron avances sobre la petición de extradición de
Israel de Tomás Zerón de Lucio, exdirector de la extinta Agencia de
Investigación Criminal (AIC), acusado de ocultar pruebas y torturar testigos
del caso.
Ni de la
extradición de EE.UU. de Ulises Bernabé, exjuez de Barandilla en Iguala, quien
habría sido testigo de la llegada de 17 normalistas a instalaciones de la
policía municipal y de su entrega a un grupo de militares, policías y sicarios.
Mario
González, padre de César Manuel González Hernández, consideró que las nuevas
líneas de investigación impulsadas por Sheinbaum están comenzando a suponer un
retroceso.
“Lo que vemos
es que, con la nueva tecnología, según avanzada, que nos están mostrando
dejaron caer las líneas de investigación que veníamos trayendo durante 10 años,
como la del Ejército”, destacó.
Emiliano
Navarrete, padre de José Ángel Navarrete, atribuyó la falta de avances a que se
trata de “un crimen de Estado”.
“Y creo que
el Estado sigue protegiendo igualmente a los funcionarios anteriores
involucrados en la desaparición de nuestros hijos, y es por eso, ni existe
realmente una fiscalía que dé el ancho para llevar una investigación”, apuntó.
Navarrete
indicó que ven la investigación “muy pobre”, pese a la relevancia del caso, lo
que refleja la “incapacidad” y “encubrimiento” de las autoridades.
Para
González, lo único positivo de la reunión es que se planteó la posibilidad de
que regrese el Grupo de Expertos Independientes (GEI), lo cual depende de la
presidenta.
La reunión
ocurre a días de la renuncia del caso del abogado Vidulfo Rosales, quien
representó a las madres y padres desde 2014, alegando problemas de salud.
En ese
sentido, los padres manifestaron que se sienten respaldados por sus equipos
legales que siempre les han apoyado y “nunca han tratado de sacar beneficios
particulares”.
El próximo 26
de septiembre se cumplirán 11 años de la desaparición de los jóvenes
normalistas y hasta ahora no se ha resuelto el caso, aunque la presidenta
Sheinbaum ha prometido “nuevas líneas de investigación” para dar con el
paradero de los estudiantes.
El caso
Ayotzinapa ocurrió aquella noche de 2014, cuando 43 estudiantes de la Escuela
Rural de Ayotzinapa desaparecieron mientras se dirigían a Ciudad de México para
manifestarse por el aniversario de la matanza de Tlatelolco, ocurrida el 2 de
octubre de 1968.
La presidenta
ha anunciado en reuniones pasadas que “hasta que se encuentre a todos los
jóvenes, no debe cerrarse esa carpeta nunca” y ha anunciado una “nueva visión”
de la investigación sin “confrontación” para encontrar a los jóvenes, abrir los
archivos del Ejército y castigar a los culpables.
Este caso es
un ejemplo emblemático de las desapariciones en México, donde a la fecha suman
más de 133,000 personas desaparecidas, según datos del Registro Nacional de
Personas Desaparecidas y No localizadas (RNPDNO).