• Las empresas informales son poco productivas e incapaces de ofrecer condiciones laborales para combatir la pobreza, consideró el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado.
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Estado de México. - El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) afirmó
que el 73.5 por ciento de las empresas creadas en el gobierno de Andrés Manuel
López Obrador fueron informales, las cuales son poco productivas e incapaces de
ofrecer condiciones laborales para combatir la pobreza.
“La
preocupación (en el sector empresarial) aumenta cuando se aprecia que, del
universo total de unidades económicas reportadas por el Censo, en 2023 casi dos
terceras partes se concentran en la informalidad”, advirtió el órgano asesor
del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
Una
característica de las empresas informales es que son poco productivas e
incapaces de ofrecer condiciones laborales que permitan realmente a las
familias alejarse significativamente de los niveles de pobreza, expresó el ente
encargado de hacer análisis económico.
Durante el
gobierno de Andrés Manuel López Obrador se crearon más de 668 mil 023 unidades
económicas en el sector privado y empresas paraestatales, de las cuales el “
73.5 por ciento se concentró en la informalidad”, apuntó la institución líder
en el análisis económico.
En México
fueron creadas más de 490 mil 996 empresas informales y 177 mil 027 mil
compañías formales, añadió.
“La población
en condiciones de pobreza disminuyó en buena medida por el efecto del aumento
en las remuneraciones, en especial del salario mínimo y por las transferencias
por programas sociales, es evidente que se debe fomentar la creación y
operación de empresas formales”, detalló.
El CEESP
pidió tener en consideración que el 98.7 por ciento (o 659 mil 234) de las
nuevas unidades económicas se concentró en el universo de microempresas, donde
la plantilla laboral va de 1 a 10 personas.
“Las pequeñas
y medianas empresas (pymes), que ocupan de 11 a 250 personas, aumentaron en 9
mil 689 unidades. Aunque es importante señalar que, dentro de esta
clasificación, las empresas que ocupan de 51 a 250 personas disminuyeron en
1,702 unidades”, consideró el CEESP.
Para el
organismo, el universo de empresas grandes se redujo en 900 unidades, aunque en
algunos casos será por razón de una adquisición o fusión, sin embargo, dijo que
la situación puede ser preocupante, toda vez que son las unidades más
productivas y generadoras de empleo.
La
productividad de la economía seguirá deteriorándose, de tal forma que la
competitividad del país en su totalidad también podría verse mermada, restando
atractivo para la inversión, alertó el CEESP.
“No hay duda
de que las empresas formales son el principal motor del crecimiento y del
empleo, pero el ambiente de negocios es necesario para crear nuevas empresas y
fortalecer el funcionamiento de las existentes, parece no haberse logrado aún”,
expresó.
La
permanencia de un débil estado de derecho, elevados niveles de violencia e
inseguridad, además de los elevados costos de contratación y de la carga fiscal
existente que deben enfrentar las empresas, reduce el atractivo de operar en la
formalidad, alertó.
“Deben
generarse incentivos claros para integrarse a la formalidad. De otra forma,
muchas empresas continuarán en la informalidad y sus trabajadores seguirán en
condiciones más precarias por la falta de prestaciones sociales”, dijo el
CEESP.