• Tras la muerte de 158 ballenas grises en 2025, expertos de México, Canadá y EU lanzaron un S.O.S. y pidieron a organismos internacionales reevaluar su protección.
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Estado de
México. - Advirtieron que estos factores han ocasionado una caída
pronunciada en la población de ballena gris, estimada actualmente
en 13 mil ejemplares, lo que representa menos de la mitad de los 27
mil ejemplares de hace 10 años.
Ante esta
dura realidad, los doctores Urbán, Darling y Swartz, exhortaron al Comité
Científico de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), que realice una
revisión y evaluación a fondo de la biología y gestión de la ballena gris, ya
que "basados en la evidencia de los últimos años y con un grado
racional de cautela, esta especie debería ser considerada altamente vulnerable
y justifica todo esfuerzo para protegerla".
"Además,
hacemos un llamado a la Unión Internacional para la Conservación de la
Naturaleza (UICN), y a otras agencias pertinentes para que reevalúen el estado
de protección de esta especie, especialmente considerando los cambios
ambientales que afectan a sus presas y los desafíos que esto representa para la
recuperación de su declive más reciente", señalaron.
Los expertos
subrayaron que "más allá de los valores intrínsecos y su rol en los
ecosistemas cercanos a la costa, los hábitos costeros de la ballena gris, la
hacen una de las más accesibles e importantes para el turismo en México,
Estados Unidos y Canadá.
Cada
año, miles de personas, desde niños de escuelas hasta visitantes de todo
el mundo, tienen su primera experiencia con ballenas al interactuar con
la ballena gris. Ellas a través del avistamiento comercial de
ballenas y las industrias de apoyo relacionadas (hoteles, restaurantes,
transportación, etc.), generan millones de dólares anualmente para
comunidades costeras en los tres países".
Recordaron
que la preocupación por la población de ballena gris comenzó en 2018,
cuando investigadores en México notaron una disminución en el número de hembras
con crías, un aumento en la proporción de ballenas que estaban “flacas” y
desnutridas, así como un incremento en el número de ballenas
varadas muertas en sus áreas invernales de reproducción y crianza en
la Península de Baja California.
Para el 2019,
los varamientos de ballenas grises aumentaron significativamente en toda su
área de distribución a lo largo de las costas del Pacífico
Norteamericano, llevando a la Administración Nacional Oceánica y
Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés), a declarar
un “Evento de Mortalidad Inusual” (UME), para la especie, que se pensó había
terminado en 2023.
"No
obstante, la mortandad continuó durante 2024 y 2025. La NOAA estimó que la
población de ballena gris disminuyó de alrededor de 26 mil 960 ballenas en el
invierno 2015-2016 a 14 mil 525 para el invierno de 2023-2024 y ha continuado
disminuyendo a unas 12 mil 950 ballenas en el 2024-2025", señalaron.
Los biólogos
marinos detallaron que las tasas reproductivas siguieron cayendo en los
inviernos de 2024 y 2025. El conteo de crías estimadas es de apenas
85, la cifra más baja desde que empezaron los registros en 1994.
"La
causa más probable de esta crisis es el cambio a gran escala del ecosistema de
las zonas de alimentación subárticas y árticas.
“Una
investigación temprana sugirió la conexión entre el número de ballenas
grises y los cambios en el hielo marino del Ártico.
Estudios
recientes indican que las ballenas se podrían estar encontrando con condiciones
sin precedentes en el Ártico debido al cambio climático que está impactando la
disponibilidad anual de especies presas, forzando que la población se adapte a
condiciones que no han experimentado antes", explicaron.