Estado de México. - En el marco del Día Mundial contra el Trabajo Infantil, el análisis presupuestal del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), junto con advertencias de entidades públicas y organizaciones civiles, revela que la prevención y erradicación del trabajo infantil en México padece recortes y una inversión insuficiente.

El CIEP recordó que el Presupuesto de Egresos de la Federación 2025, que incorpora a la infancia como prioridad, proyecta un incremento nominal de apenas 4 % en materia infantil.

Sin embargo, el Centro calculó que, una vez descontada la inflación, el crecimiento real del presupuesto en programas y servicios para niñas, niños y adolescentes alcanzó apenas un 0.4 %, lo que implica un estancamiento en la asignación de recursos.

Más aún, el Centro advierte que la inversión en atención y desarrollo infantil temprana diminuyó un 4.1 % entre 2018 y 2023, mientras que dos millones de menores no asisten a programas preescolares, lo que limita su incorporación a la educación formal.

En cuanto al trabajo infantil, el panorama, en México es preocupante, según datos de la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI) 2022 del INEGI, reportó que hay 3.7 millones de niñas, niños y adolescentes (NNA) están en situación de trabajo infantil.

La Secretaría del Trabajo y Previsión Social, refiere que hay 2.46 millones en ocupaciones prohibidas; por ello, el CIEP advierte que sin recursos adicionales, los operativos de inspección y prevención no tienen el alcance necesario.

Las organizaciones civiles subrayan que recortes presupuestales y falta de efectividad en la ejecución amplifican las condiciones estructurales que propician el trabajo infantil.

Citan sectores vulnerables, como en la industria textil, donde más de 51 mil NNA laboran en condiciones peligrosas; además, en regiones rurales donde la falta de servicios básicos obliga a los niños y jóvenes a involucrarse en actividades laborales de alto riesgo.

La Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) advirtió en distintos pronunciamientos, que entre 45 mil y 250 mil menores podrían estar en riesgo de reclutamiento por grupos delictivos en el país, en contextos donde se promueve el trabajo infantil debido a la carencia de oportunidades y protección.

A nivel global, este 2025 organismo como la OIT y UNICEF destacan en un comunicado conjunto que aún existen 138 millones de niñas, niños y adolescentes trabajando, de los cuales 54 millones laboran en condiciones peligrosas.

El reporte conjunto titulado “Trabajo infantil: estimaciones mundiales para 2024, tendencias y el camino a seguir“” señala que, aunque desde 2020 se ha reducido en más de 20 millones la cifra de menores trabajando, “el mundo no ha alcanzado su objetivo de eliminar el trabajo infantil para 2025”.

Además, destaca que “a millones de niños todavía se les niega el derecho a aprender, jugar y simplemente ser niños”.

El informe subraya que la pobreza, la desigualdad y la falta de acceso a educación y protección social siguen siendo factores clave para que esta problemática continúe vigente.

Ante este panorama, las organizaciones señalan que se pone en evidencia que, sin una política pública integral, adecuada en volumen y eficaz en ejecución, las estrategias contra el trabajo infantil, que dependen de educación, protección social y fiscalización, no lograrán frenar el problema.