San José del Cabo, Baja California Sur. Recientemente el Instituto Mexicano para la Competitividad de México dio a conocer los resultados del Índice Estatal 2025. Baja California Sur se posicionó como el segundo estado en esta lista, sólo después de la Ciudad de México.

El Índice de Competitividad Estatal (ICE) 2025 se realiza con el análisis del desempeño de las 32 entidades federativas a partir de 53 indicadores y 6 subíndices (infraestructura, derecho, sociedad y medio ambiente, mercado de trabajo, sistema político e innovación y economía) que miden la capacidad de cada uno para generar, atraer y retener inversión.

La entidad sudcaliforniana fue calificada con una competitividad muy alta, de manera general, pero con competitividad media y baja en algunos aspectos en particular. 

En el rubro de derecho, BCS obtuvo una competitividad media alta al ser uno de los estados con menor índice de violencia y una alta percepción de seguridad por parte de la ciudadanía. En temas de infraestructura, destacó como competitividad alta al ser una de marcación con un alto índice de acceso a Internet y telefonía móvil, un alto índice del uso de bancas móviles y un alto flujo de pasajeros aéreos.

En sociedad y medio ambiente, hubo una calificación baja para el tratado de aguas residuales, la cobertura educativa, la presencia de personal médico y enfermería y sólo el 57% de población con acceso a instituciones de salud, además de una alta morbilidad por enfermedad respiratorias, siendo en este caso, uno de los estados peor calificados.

En innovación y energía hubo variantes, mientras que el producto interno bruto turístico es de los más altos en el país, así como la inversión extranjera, la diversificación económica fue de las peores, al mismo tiempo que la intensidad energética de la economía.

Y en el tema de Mercado y Trabajo destacaron los siguientes escenarios: la informalidad laboral, alcanza sólo el 36% del sector económico; que el promedio de ingresos por cada trabajador, es de los mejores con un promedio de 15,825 pesos; que la desigualdad salarial es mínima y que los grados de escolaridad, en cada puesto son más altos para la población económicamente activa.

Finalmente, en el sistema político y gobiernos, destacó la baja participación ciudadana por los votos emitidos en procesos electorales.