• Errada dirigencia de Acción Nacional lo mantiene atascado, sin avanzar. • La patética actitud del dirigente Rigo Mares, no genera confianza competitiva a los propios panistas • ¿El diputado Francisco Pelayo realmente intentará participar en el 2027?
El Partido
Acción Nacional intenta sin éxito organizarse desde su interior para enfrentar
los próximos periodos político-electorales que culminarán con las elecciones
del 2027 en donde se renovarán alcaldías, diputaciones locales y gobernador.
Pero está verdaderamente estancado.
Con una
dirigencia como la que encabeza Rigoberto Mares, poco se podrá hacer si no hay
un cambio de fondo en su mediocre estrategia.
La patética
actitud de Mares Aguilar ahora como dirigente por segunda ocasión, reconocida
ya por muchos actores políticos, debe hacerse a un lado por quienes pretenden
aspirar en serio a un cargo de elección popular.
Con
dirigencias como la que encabeza Rigo Mares, simplemente no se gana.
Valer decir,
que hasta ahora, entre los panistas, uno de los militantes más a la vista y que
cuenta con suficiente presencia ciudadana, es el diputado federal Francisco
Pelayo, aunque está claro que tendrá que activarse aún más si realmente
pretende figurar en el 2027.
Pero
definitivamente tanto desde el interior del Acción Nacional como del resto de
los partidos que podrían conformar la oposición a Morena y sus aliados, tendrán
que tomar muy en cuenta el bajo nivel de competitividad que ya a estas alturas
representa el dirigente y ex diputado federal y local.
Algo tendrán
que hacer al respecto más allá de quejarse en corto con sus respectivos
equipos.
Por supuesto
poco le ayudan a esa escasa capacidad de convocatoria, la senadora Susana
Zatarain y la ahora diputada local Lupita Saldaña que han tenido una labor
realmente muy tenue, demasiado apacible y complaciente para ser llamada
oposición.
Obviamente
con esa actitud pasiva y de cierto grado de conformidad, que no exige ni
levanta la voz ante las polémicas decisiones oficiales, será muy complicado
establecer una propuesta electoralmente combativa que remonte la derrota
registrada en el 2024.
Así lo que lo
expresado por la dirigencia estatal del PAN sobre su supuesta intensificación
de actividades proselitistas, aún está por verse, debe ir más allá de una
simple declaración a medios de comunicación.
Es evidente
que con lo realizado hasta ahora, no es suficiente.
Ante las
acciones de los morenistas, que están claramente decididos a repetir su
victoria electoral del 2024. será necesario que desde la oposición la dinámica
cambie si es que realmente se pretende alcanzar una convocatoria social que les
permita regresar a la senda del triunfo.
Para
desgracia de los panistas, requerirán de sacudir la actitud apacible de un Rigo
Mares que parece solo estar preocupada por sus percepciones económicas
quincenales que recibe como dirigente estatal.
Ya veremos
qué sucede en los próximos meses.