• En algún tiempo, los pescadores de San Juaniquito, a 60 kilómetros de Loreto, usaban redes y pensaban que los recursos pesqueros nunca se acabarían. Pero, pasado el tiempo, se han vuelto más conscientes del impacto de sus prácticas en las poblaciones de pescados y maris-cos de las que dependen económicamente.
La Paz, Baja
California Sur.- La comunidad de San Juaniquito en el norte de Baja California
Sur (BCS) ha emprendido buenas prácticas para tener producciones más
sostenibles. Sin embargo, sus esfuerzos se ven mermados por pescadores y
embarcaciones furtivas que están acabando con el producto pesquero restante.
En algún
tiempo, los pescadores de San Juaniquito, a 60 kilómetros de Loreto, usaban
redes y pensaban que los recursos pesqueros nunca se acabarían. Pero, pasado el
tiempo, se han vuelto más conscientes del impacto de sus prácticas en las
poblaciones de pescados y mariscos de las que dependen económicamente.
Así han
transicionado hacia artes de pesca más sostenibles, al grado de que actualmente
la mayoría de ellos pescan únicamente con anzuelo y están por establecer Zonas
de Refugio Pesquero, áreas delimitadas de no pesca con el objetivo de repoblar
el huachinango.
Además, han
empezado a incursionar en la pesca deportiva y en las actividades ecoturísticas
para obtener ingresos alternativos que permitan descansar a las poblaciones de
peces.
No obstante,
estos esfuerzos serán insuficientes para repoblar a la bahía de San Juaniquito
si no se combate el saqueo de la pesca furtiva que no respeta tallas, zonas de
reproducción ni vedas.
·
Pesca ilegal
e impunidad
En 1989
Horlando Covarrubias y su papá se mudaron a San Juaniquito, atraídos por las
cosechas de 160 kilogramos de huachinango al día que obtenían en la zona.
Sin embargo,
el aislamiento que lo convertía en un lugar tranquilo, lo hizo también blanco
de la pesca furtiva, que ha detectado las áreas donde hay menos inspección y
vigilancia de parte de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca y de la
Secretaría de Marina.
San
Juaniquito es una comunidad pesquera en una zona rural de Loreto donde es
difícil vigilar el mar todo el tiempo. Ahí los barcos furtivos ven la
oportunidad de ingresar a áreas restringidas debido a la falta de vigilancia de
las autoridades y la posibilidad de ser sujetos a sanciones.
Antes los
pescadores avisaban a las autoridades cuando se percataban de algún acto ilegal
en la pesca. Sin embargo, la poca acción de las autoridades ha hecho que
pierdan la confianza en ellas y notifiquen.
“Nos daba un
poco de temor avisar a las autoridades, porque no sabíamos qué tipo de personas
nos íbamos a enfrentar. Aparte, la vigilancia venía y nos presionaba a nosotros
en lugar de presionarlos a ellos, era al revés la cosa. No vemos el cambio para
positivo, todo quedaba igual. Entonces, optamos por mejor ya no hacer nada, no
tiene caso por la integridad de uno. Y dejamos de denunciar poco a poco”,
señaló Covarrubias.
La furtividad
ha provocado un desplome en las producciones de huachinango. Actualmente, las
cinco familias que dependen totalmente de la pesca en San Juaniquito capturan
40 kilogramos al día en jornadas extenuantes.
“El que se
lleva la mayor parte en daños es el pescador. Si hablamos de la actualidad, se
puede decir que durante el día ya no hay huachinango, tenemos que ir de noche y
sacamos treinta kilos máximos; o cuarenta kilos, pero toda la noche. O tenemos
que ir cada vez más lejos a pescar, pero es más inversión y así no sale ni para
los gastos. Decayó mucho la pesca de huachinango, podemos hablar de un 95% en
los últimos 14 años y el pescador está muy desmoralizado por eso”, lamentó
Covarrubias.
Al ritmo del
deterioro de la especie, Covarrubias señala que no bastará contrarrestarlo por
medio de las iniciativas de los pescadores, no obstante, se mantiene optimista
de que si todos los sectores involucrados cooperan, San Juaniquito recuperará
la abundancia que lo atrajo a vivir ahí.
“Si empezamos
a movernos con las autoridades tal vez nos den un poco de apoyo, y nosotros
mismos trabajando con las organizaciones o con fundaciones también podemos
hacer vínculos. Yo creo que en el futuro puede venir algo bueno. Pero tenemos
que estar en el mismo canal todos”, señaló Covarrubias.
*Este
artículo se publicó originalmente en Causa Natura Media.