Inconformes y muy molestos con su dirigencia estatal del PRI que encabeza Fabrizio del Castillo, tendrá que enfrentar las consecuencias que pueden ser graves de que esta militancia, impugne ante la autoridad electoral el convenio de candidatura común signado con el PAN y el PRD.

La inconformidad es la misma desde que inicio del actual proceso: La dirigente del PAN Lupita Saldaña acaparó las candidaturas ante la aparente complacencia de Fabrzio del Castillo que no atendió la queja de sus compañeros en su tiempo y ahora tendrá que buscar la forma de resolver que esta impugnación no proceda.

Por supuesto que las consecuencias pueden ser graves porque son precisamente activos de este partido que tienen un potencial electoral que no fue tomado en cuenta para candidaturas a las alcaldías, diputaciones locales y por supuesto regidurías.

Para el PAN la “solución” podría radicar en simplemente participar en el proceso electoral solo con su propia representación sumado con el PRD pues ahora estará en tela de juicio la verdadera convocatoria electoral del priismo que ya no contará con la presencia del regidor paceño Abimael Ibarra ni del exsenador y excandidato a gobernador y a la alcaldía de La Paz, Ricardo Barroso Agramont.

Además, como si esto fuera poco, ayer trascendió que el conocido priista Jesús Flores Romero, renunció a la representación que ostentaba de su partido ante el Instituto Estatal Electoral.

Muy Caro resultan ya a estas alturas los limitados y pobres acuerdos del dirigente estatal priista con la dirigente panista Lupita Saldaña. Resultó según los priistas más alto el costo que el beneficio.

¿Qué ofrecerá ahora el PRI a esta alianza partidista?

Vale recordar que desde el inicio de la actual dirigencia, abandonó las filas piiistas la actual diputada Gabriela Cisneros y más recientemente hizo lo mismo la legisladora Paz del Alma Ochoa, ahora flamante candidata de Morena y sus aliados a la alcaldía de Loreto.

¿Con este balance se atreverá el blanquiazul a llevar a cuestas y como rémora lo que resta del triclolor?, ¿a cambio de qué?

Vale decir que la candidatura al Senado de Antonio Manríquez que va en segunda fórmula con la panista Susana Zatarain no tiene mayor problema pues estas son del ámbito federal.

El grave problema fue evidenciado en la reunión de la Comisión Política Permanente del tricolor la tarde. Noche del lunes con las candidaturas a los puestos de elección popular locales en donde no se tomaron en cuenta los sectores campesino (CNC), popular (CNOP) y laboral (CTM) que este martes debieron quedar registradas a través de la cuestionada alianza de candidatura en común ante la autoridad electoral que ayer cerró el plazo legal para tal efecto.

Veremos qué sucede con un frente de oposición que corre el enorme riesgo de llegar muy endeble al arranque oficial de las campañas locales que es el próximo primero de abril.

Definitivamente se ve difícil y complejo que el tricolor pueda sumar a esta alianza partidista algo más que las simples siglas pues la verdadera convocatoria electoral ahora está en tela de juicio.

Veremos cómo reaccionan en lo que resta de marzo, prácticamente todos los representantes no solo del tricolor, sino además del PAN y por supuesto del PRD ante el riesgo de un descarrilamiento político de consecuencias mayores.

La autoridad electoral tendrá la última palabra sobre el referido convenio de candidatura común hoy cuestionado.