Con la puesta en práctica de la Revocación de Mandato que se realizó ayer en todo el país, surgió entre los diversos comentarios al respecto, que esta medida bien podría aplicarse a otros niveles de gobierno, es decir, no solo al presidente del país.

El tema surge por la inquietud que existe en el municipio de La Paz, donde ahora se observa un claro ejemplo de lo efectivo que podría ser la aplicación de la revocación de mandato a nivel de alcaldías.

Sobre todo cuando la decepción es enorme como es el caso de la alcaldesa de La Paz, Milena Quiroga Romero quien hasta ahora no ha podido salir del terreno de la decepción.

Cada vez es más claro que aumenta el número de paceños que no están de acuerdo con la forma en que se administra a la administración municipal.

Hacia dentro y hacia afuera Milena Quiroga no ha podido quedar bien.

En parte por su evidente soberbia que no le permite reconocer la serie de errores que ha cometido y ese espíritu mal entendido de “jefa” que le resulta muy difícil desempeñar pues incluso intenta comportarse como la mandamás del cabildo, órgano colegiado del que depende prácticamente todas las decisiones del ayuntamiento paceño.

Mal con los regidores, trabajadores municipales, con empresarios, medios de comunicación y ciudadanos en general Milena Quiroga ha tenido que enfrentar la renuncia de funcionarios municipales que ocupaban una posición de alta jerarquía en su equipo.

La escasez de agua potable, las deficiencias en la recolección de basura, la casi nula instalación de alumbrado público, se suman a un pésimo manejo en medios de comunicación que no han podido hacer prácticamente nada para mejorar la imagen de la alcaldesa paceña.

Por ello la posibilidad de que en los municipios se aplique una medida parecida a la revocación de mandato como la de este domingo para definir si se va o se queda el mandatario nacional Andrés Manuel López Obrador, podría aplicarse a las presidencias municipales.

Así como histórica se ha calificado la realización de esta jornada de revocación en el país, podría aplicarse de igual manera en las alcaldías.

Francamente sería un alivio para los ciudadanos que pudiera expresar a la mitad del mandato de tres años, si valdría la pena mantener en el cargo a un alcalde o alcaldesa.

Para el caso de La Paz, a siete meses de labor en la alcaldía, se ve difícil que las cosas mejoren si se insiste en mantener la dinámica que se conoce hasta ahora en las autoridades municipales de la Paz.

Hasta el cierre de este espacio aún no se conocía el resultado preliminar de la consulta realizada ayer a la población, pero está claro que es una medida que llegó para quedarse.

Quizás ahora se plantee legislar en un futuro que la revocación de mandato se aplique a todos los niveles de gobierno y no solo al mandatario nacional.

Por supuesto, la decepción aumenta en torno a la manera de trabajar de la presidenta municipal paceña Milena Quiroga quien no ha podido cumplir con lo ofrecido en la campaña que ganó ampliamente.

Apenas ha transcurrido un poco más de medio año de la actual administración y las cosas no marchan bien en el ayuntamiento de La Paz que lejos de avanzar retrocede todos los días, ahora incluso hasta con la renuncia de funcionarios estratégicos que entre las cosas que no soportaron es la soberbia y cerrazón de Milena Quiroga Romero.