Este jueves inició formalmente con la primera sesión, el primer periodo ordinario de sesiones de la nueva legislatura en el Congreso del estado, que tendrá entre otras cosas como prioridad, analizar los futuros presupuestos de egresos del gobierno estatal y de los ayuntamientos que conforman la entidad.

Como suele suceder en el arranque de las legislaturas, los nuevos diputados se encuentran ante la premura de ver lo referente a los presupuestos que se ejercerán durante el 2022, precisamente porque dentro de cuatro meses se acaba el presente año y este tema debe quedar resuelto a tiempo.

Bajo la presidencia del recién electo, diputado Cristian Agúndez Gómez, los diputados tiene ya de inmediato esta necesidad de trabajar sobre el recurso que ejercerán el nuevo gobierno estatal que arranca este viernes 10 y las alcaldías que estarán en marcha a partir de la última semana de este mes de septiembre. Así como el poder judicial y el propio poder legislativo.

Además, los diputados que apenas tomaron protesta el pasado martes, también tendrán que meter el acelerador en temas torales como son la nueva ley de movilidad y la ley estatal electoral, así como la posibilidad de establecer la fiscalía general estatal. Iniciativas que quedaron pendientes de atender en la pasada legislatura.

Obviamente se espera que los evidentes errores de la pasada legislatura sirvan como referente de lo que no se debe hacer en el poder legislativo que aún tiene una enorme deuda con la población sudcaliforniana.

Hay por lo pronto una ventaja que se observa ya desde ahora, la expresión del futuro mandatario estatal Víctor Castro, quien ha reiterado ya en varias ocasiones que se desempeñará con pleno respeto al poder legislativo y con una actitud de atención igualitaria a todos los representantes populares por encima de los colores y las pertenencias partidistas.

De llevarse a cabo con respeto entre los poderes y una política de inclusión adecuada, seguramente el futuro gobierno estatal saldrá adelante en los temas que quedaron rezagados en la pasada gestión legislativa.

Otro aspecto que puede ser de mucha polémica, es lo referente al reparto de posiciones al interior de Congreso, entre ellas la oficialía mayor y la dirección de finanzas que en la legislatura pasada fue de suma confrontación entre los diputados.

Habrá que dejar en claro también cómo fue el manejo de los recursos económicos del poder legislativo precisamente para evitar suspicacias de la opinión pública respecto a la administración

de estos recursos materiales, humanos y por supuesto económicos, en donde hay evidentes herencias de pasadas legislaturas.

Nuevo juego de cartas se pone sobre la mesa legislativa por lo que ya veremos cómo se desenvuelven los recién desempacados representantes populares que llegan con una gran expectativa de mejorar las condiciones establecidas hasta ahora en este poder.

Por lo pronto, ya se advierten ligeras diferencias para la distribución de comisiones y órganos internos del Congreso en el que la mayoría simple estará en manos de Morena y sus aliados mismos que tendrán el reto de evitar la tentación de darle más importancia al futuro político-partidista por encima de las necesidades legislativas.

Ya veremos qué pasa.