• Asciende el adeudo recaudatorio total a $1 billón 400 mil millones. Equivale esa cantidad a una quinta parte del gasto público 2021.
Ciudad de México. El Servicio
de Administración Tributaria (SAT) tiene identificado un boquete fiscal
equivalente a un billón 400 mil millones de pesos, que equivale a una quinta
parte del gasto público de este año. La mitad de ese dinero, 700 mil millones
de pesos, es resultado de prácticas de evasión y elusión de grandes
contribuyentes “plenamente identificados”.
Raquel Buenrostro,
titular del organismo, detalló que la magnitud del dinero no enterado al fisco
exhibe que no es necesario aumentar impuestos, sino que paguen los que no lo
hacen. Adelantó que en lugar de una “reforma fiscal en el sentido tradicional”,
se incluirá una miscelánea en el Paquete Económico 2022 –a ser presentado en el
Congreso en septiembre– que “como primer saque” permitirá recaudar 200 mil
millones de pesos adicionales a los del ejercicio en curso, para posteriormente
llegar a 2 por ciento del producto interno bruto (PIB), unos 470 mil millones
de pesos.
En conferencia
afirmó que el año pasado, en plena pandemia, los esfuerzos de fiscalización
fueron equivalentes a una reforma fiscal, al aumentar los ingresos 2.2 por
ciento del PIB, siendo que los cambios en 2014 representaron 2.4 por ciento. Y
si bien los grandes contribuyentes “se quejan y se hacen mártires”, no son los
únicos a los que se está cobrando. De hecho, pagan una tasa de ISR casi 19
veces menor que las personas físicas y casi ocho veces menos que sueldos y
salarios, exhibió.
El SAT presentó la
tasa efectiva que pagaron grandes contribuyentes de 40 actividades económicas
en los sectores de servicios económicos y financieros, que incluyen bancos,
casas de bolsa, seguros, minería, industria manufacturera y farmacéutica,
comercio al por menor y al por mayor –equivalentes al 35 por ciento del ISR
causado–, entre 2016 y 2019. El objetivo es que quienes se encuentran por
debajo de ese parámetro se pongan al corriente.
Por ejemplo, la
banca paga una tasa efectiva del ISR de 5.3 por ciento; las casas de bolsa de
4.34 o la minería de 5.51 por ciento. Un asalariado promedio paga un impuesto a
la renta de 25.4 por ciento.
“En estas 40
actividades económicas se estima que hay un monto potencial de evasión y
elusión fiscal de alrededor de 700 mil millones de pesos, lo que representa 3
por ciento del producto interno bruto (PIB) de 2020”, expuso Antonio Martínez
Dagnino, administrador general de Grandes Contribuyentes. Agregó que se
publicará la misma revisión con 15 sectores más, para tener un mapa completo de
cómo tributan mil 200 actividades económicas.
Buenrostro recalcó
que se tiene identificado con RFC a los grandes contribuyentes que han evadido
y eludido 700 mil millones de pesos y el SAT espera recuperar al menos 10 por
ciento de esos recursos en 2022. “Aquí no hay proyecciones, no hay
estimaciones. Aquí nada más hay sumas y restas. Es información que está en el
SAT, en bases de datos”.
En 2020, mientras
los grandes pagaron una tasa efectiva de 1.3 por ciento de ISR, como proporción
de sus ingresos acumulados, las personas físicas entregaron al fisco 25.4 por
ciento y el régimen de sueldos y salarios entregó 11.4 por ciento. Y “si le
metemos las devoluciones de IVA en las manufactureras y algunas empresas que se
dedican a las autopartes, las tasas serían negativas”, exhibió Buenrostro.
Agregó que sumado
a los faltantes en grandes contribuyentes, hay una evasión estimada en 500 mil
millones de pesos en el traslado de mercancía informal, lo cual se busca frenar
con la digitalización de la Carta Porte, documento que permitiría aumentar los
ingresos en 150 mil millones durante 2022. También el año pasado se redujo en
200 mil millones de pesos la meta en los ingresos de comercio exterior, de los
cuales se busca recuperar 150 mil millones de pesos en 2021.
Con estos números,
la jefa del SAT consideró que no es necesaria una reforma fiscal que implique
nuevos impuestos o alza de tasas porque “siempre le pega a los mismos”.
“Estamos convencidos de que sí hay recursos y que muchos no llegaban por actos
de corrupción o por una aplicación discrecional de la ley”, sostuvo. Lo que se
busca es que se cumplan las reglas “sin discriminación para bien o para mal” y
que haya “justicia fiscal, que cada quien pague lo que tenga que pagar”.
Explicó que las
declaraciones de personas físicas aumentaron 20 por ciento anuales en 2020 y se
recaudaron 100 mil millones de pesos derivada de la vigilancia profunda que se
hace a estos causantes. Por lo que es “mentira” que sólo se cobre a grandes
contribuyentes, “que se quieran martirizar es una cosa, otra es que les creamos
(…) Nos pagan los grandes, los de en medio y los pequeñitos. Estamos barriendo
todo”.