• Pesan factores externos, como el repunte de precios de insumos y alimentos
Ciudad de México. El principal
riesgo para el sistema financiero mexicano es el elevado nivel de la inflación,
producto de factores externos, por lo que el mayor reto es evitar que genere
volatilidad en los mercados, advirtió Alejandro Díaz de León, gobernador del
Banco de México (BdeM).
En conferencia
remota para presentar el Reporte de Estabilidad Financiera correspondiente
al primer semestre de 2021, enfatizó que los precios de diversas materias
primas, alimentos e incluso de bienes intermedios se han visto presionados por
afectaciones en las cadenas de suministro –interrumpidas por las acciones para
combatir la pandemia– y mayor demanda debido a estímulos económicos a las
familias, sobre todo, en Estados Unidos.
La inflación anual
en mayo fue de 5.8 por ciento y se ubicó, por tercer mes consecutivo, fuera del
objetivo del banco central, que es de 3 por ciento con un margen de un punto
porcentual hacia arriba o abajo.
Si bien la
inflación es un tema que preocupa y ocupa al BdeM, Díaz de León enfatizó en que
no se trata de un problema exclusivo de México, pues es algo que también enfrentan
economías de otras partes del mundo por los factores antes mencionados, además
de que la pandemia cambió las preferencias de los consumidores.
Pese a lo
anterior, el gobernador del banco central enfatizó que ante la pandemia y sus
implicaciones, el sistema financiero mexicano ha continuado mostrando
resiliencia y una posición en general sólida, caracterizada por niveles de
capital y de liquidez por encima de los mínimos regulatorios aplicables.
Aseguró que el
sistema financiero mexicano mantiene una posición sólida que apoyará la
recuperación de la economía nacional.
“Consideramos que
es de esperarse que la banca juegue un papel más activo en esta fase de
recuperación; obviamente, sigue habiendo retos y en particular en algunos
sectores, pero creo que debería poder acompañar el crédito de una manera más
plena a esa fase de recuperación.”
En términos
generales, destacó Díaz de León, la economía mexicana ha mantenido una posición
resiliente y de relativa fortaleza, aunque con riesgos en el horizonte, como la
inflación, el repunte de la pandemia y un lento avance en la estrategia de
vacunación.
Otros riesgos,
dijo, son que la debilidad en el consumo interno se prolongue, o que se
reduzcan las calificaciones sobre la deuda soberana o la de Petróleos Mexicanos.
No obstante,
aclaró que la campaña de vacunación, así como una recuperación económica más
rápida de lo esperado, impulsada principalmente por el dinamismo de Estados
Unidos, han favorecido las perspectivas de crecimiento del país para este año,
que en el caso del BdeM, ahora se encuentra entre 6 y 7 por ciento.
Por otro lado,
insistió en que el sistema financiero debe tener una “sana distancia” con las
criptomonedas, pues éstas operan en su propio territorio y hay que ser
cuidadosos para no generar confusión entre la gente. Aseguró que el banco
central se encuentra en una “profunda” reflexión sobre el tema.