• Mañana es la cita.
Efectivamente, para mañana usted
tiene una cita con la democracia cuando justamente está por concluir uno de los
procesos más grandes en la historia de nuestro país y en particular de nuestro estado, a
través del cual se elegirán 21 mil 368 cargos públicos, donde se
renovarán 15 gubernaturas, que serán Baja California, Campeche,
Chihuahua, Colima, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Querétaro, San
Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas; con ellos 30 congresos
locales; mil 900 ayuntamientos, juntas municipales, y por supuesto nuestra
entidad: Baja California Sur.
Con este proceso se prevé la
participación de 94 millones 800 mil ciudadanas y ciudadanos inscritos en el
Padrón Electoral muchos de ellos radicados en el extranjero. También de vital
importancia es destacar que en esta ocasión serán 5 millones más que en el
2018, por lo que, en base a la estimación del Instituto Nacional Electoral, fue
necesario la contratación de más de 50 mil Supervisores y Capacitadores
Electorales, además de que será necesaria la instalación de 161 mil casillas.
De la misma forma, y tomando en
cuenta que la Cámara de Diputados se integra por 500 miembros, 300 de ellos
electos por mayoría relativa en los 300 distritos electorales que existen en
todo el país (uninominales) y los 200 restantes que son electos por el sistema
de representación proporcional (plurinominales), también en esta ocasión se
renovará la totalidad de la Cámara de Diputados a nivel federal, de tal manera
que se procederá a elegir 300 diputados con votos directos a candidatos.
Por cierto, en relación a este
último tema, habríamos de hacer hincapié en que por primera vez, después de la
reforma electoral de 2014, se da apertura a la posibilidad de reelección en la
Cámara de Diputados, ya que los actuales diputados podrán ser reelectos hasta
por tres periodos más, de allí que varios diputados se apuntaron nuevamente en
su afán de lograr seguir pegados a la ubre.
Ciertamente, en el caso concreto
de Baja California Sur, para este 2021 la elección más importante será la del
puesto de gobernador, que en este momento el cargo es ocupado ´por el panista
Carlos Mendoza Davis que inicio su periodo como gobernador constitucional el 10
de septiembre de 2015 y terminará el 9 de septiembre de 2021.
Igualmente se renovarán los cinco
ayuntamientos como son Comondú, cuyo alcalde es José Walter Valenzuela Acosta,
del Partido Movimiento Regeneración Nacional; Mulegé: José Felipe Prado
Bautista, del Partido Nueva Alianza; La Paz, Rubén Gregorio Muñoz Álvarez, del
partido Morena; Loreto, Arely Arce Peralta, del Partido Acción Nacional; y Los
Cabos, que actualmente preside Lorena Cortés, del partido Morena.
Sin embargo, de este
último Ayuntamiento vale un comentario por separado, donde diremos que su
titular, Jesús Armida Castro Guzmán, que también pertenecía a Morena, tuvo
serios enfrentamientos con el dirigente estatal del partido, es decir Alberto
Rentería Santana, y por tanto, sumamente molesta porque no le
cumplieron sus caprichos, dejó en su lugar a su suplente Lorena
Cortés para buscar la gubernatura por el Partido Verde Ecologista de
México, De donde por supuesto, tendrá resultados funestos, corriendo el riesgo
de que hasta allí llegue su carrera política.
Por supuesto que este mismo
riesgo estuvo a punto de correr el todavía alcalde de La Paz, quien al igual
que Armida estuvo a punto de irse a pique y nada más por hacer caso a su
consejero, ya saben quién. Pero al final de cuentas, Rubén tuvo mejor suerte al
ser elegido como candidato a diputado plurinominal, quien, dicho sea de paso,
al enterarse que Víctor Castro fue el elegido por Morena para ser candidato a
la gubernatura, Rubén, al igual que Armida, también anduvo de saltimbanquis
buscando un posible acomodo en otros partidos y dando berrinches, pero, repito,
al final de cuentas la suerte lo favoreció.
Hasta aquí, la información
respecto los berrinchudos y el proceso de mañana. Sin embargo, la crítica de
hoy, y lo cuestionable estará relacionado con esos duros encuentros entre los
contendientes, y sobre todo con la propaganda electoral. Esta última que de
cualquier manera en esta ocasión y en base a las manifestaciones de la gente,
esa propaganda que vemos y escuchamos por todas partes, debe tener un curso y
muy pronto.
Así es. Ese cúmulo de basura que
tras cada proceso electoral queda pegada y anotada con sendas letras en bardas
y otras partes, como nos consta que mucha de ella aún sigue en algunos lugares
derivada de procesos electorales que se realizaron hace muchísimos años, y la
cual ahí persiste como lapa maldita, pegada, mientras a las autoridades
electorales los corroe el importamadrismo, y ponen oídos sordos a ello, pasando
por alto la existencia de leyes que obligan a partidos y candidatos a
retirarla.
En síntesis, habrá nuevamente de
concluir un proceso electoral el cual esperamos se desarrolle sin contratiempos
y sobre todo sin violencia y que, tomando en cuenta que en toda elección existe
la posibilidad de la vitoria, pero también el riesgo de la derrota, haya
aceptación de parte de los perdedores y de una vez dejen por un lado las
blasfemias, los insultos, y las injurias, que tanto dañan.
En efecto, ojalá y que al
concluir el proceso, también se acaben las ofensas y las descalificaciones que
poco o nada le importa al pueblo y por el contrario, le causan enfado, enojo y
frustración, más aún cuando por otro lado tiene muchos problemas por resolver.
Un pueblo, que como ya lo dije en
la anterior entrega, ya está harto de falsas promesas, agobiado de incumplidos
ofrecimientos y cansado de sufrir hambre, desempleo, Coronavirus. Un pueblo que
solamente quiere paz y tranquilidad y que también tiene derecho a descansar de
tanta arenga y perorata, y que ya no quiere escuchar esos altavoces por sus calles,
ni esos repetitivos spots radiofónicos.
Vamos, un pueblo que solamente
espera que los resultados del proceso, cumpla los objetivos deseados por todos.
Que sean los resultados que las mayorías esperábamos. Es decir, esos que nos
conlleven a la prosperidad y al bienestar de nuestras familias, y que por el
bien de todos, la tranquilidad, retorne nuevamente a nuestros hogares.
No es mucho
pedir. Cuestión de tiempo.