• Los casos de adultos mayores encerrados bajo llave, sin alimentos, golpeados o dejados a su suerte en las calles, han aumentado en Neza y Ecatepec, reconocen autoridades municipales
ECATEPEC.-Al considerarlos una población más susceptible de
contraer covid-19,
el abandono de ancianos se agudizó en el Estado de México.
Algunos municipios registran de dos a tres reportes
semanales por violencia contra adultos mayores de 60 años, cuyos familiares los
dejan encerrados bajo llave, sin alimentos, o de plano los abandonan en la
calle para evadir darles cuidados.
En Nezahualcóyotl se presentaban uno o dos casos
de este tipo cada 15 días, pero la incidencia de duplicó.
Además, en muy pocos casos se presentan denuncias penales y se castiga a los
responsables, admiten autoridades.
Yuritzi Hernández, subdirectora municipal de Atención a Víctimas y Célula de
Búsqueda de Personas, dijo que la pandemia agudizó este
problema porque en muchas familias el proveedor principal perdió su empleo. La
falta de recursos y vivir en hacinamiento dificulta cuidar a los adultos mayores.
En algunos hogares en Ecatepec los abuelitos se han
vuelto una carga y la violencia hacia ellos es constante, afirmó Carlos
Vázquez, procurador municipal de Protección a Niños y Niñas.
Detalló que, aunque el año pasado detectaron esta
situación, de noviembre a la fecha son más visibles los casos abandono en la
calle.
Mucha
gente abandonó a los adultos mayores porque piensan que son un foco de
infección y, por su edad, son más propensos a enfermarse (de covid-19). Por
esas razones los familiares prefieren sacarlos de sus domicilios”,
indicó.
EN PANDEMIA ABANDONAN A SU SUERTE A
VIEJITOS
En
plena pandemia, abuelitos son encerrados, sin comer, víctimas de violencia física y sicológica o
abandonaos en la calle, fenómeno que se ha agudizado en la entidad, al
considerarlos más susceptibles de enfermarse y no querer cuidarlos.
En
la mayoría de los municipios mexiquenses se presentan entre dos y tres reportes
a la semana de este tipo de violencia en contra de adultos mayores de 60 años,
por lo que, tan sólo en Nezahualcóyotl, de uno o dos casos que se presentaban cada 15 días ahora se duplicó.
Sin
embargo, en muy pocos casos se presentan denuncias penales y se castiga a los
responsables, principalmente familiares directos de las víctimas.
Yuritzi
Hernández, de la Rosa, subdirectora de Atención a Víctimas y Célula de
Búsqueda de Personas, explicó que el fenómeno se ha agudizado debido
a que, en este municipio, un gran porcentaje de familias viven en hacinamiento
y por la pandemia permanecen más tiempo en los hogares, aunado a que en muchos
casos el proveedor perdió su empleo, lo que detona problemas de manutención y
cuidado de los adultos mayores quienes, incluso, muchos padecen enfermedades
crónicas.
Comentó
que otro de los factores que inciden en el maltrato y abandono es
el quererlos despojar de algún inmueble o pertenencias.
SE OLVIDAN DE ELLOS Por
su parte, Carlos Vázquez, procurador municipal de Protección a Niños y Niñas, explicó que, en muchos
hogares de Ecatepec, los abuelitos se han vuelto una carga, por lo que la
violencia hacia ellos es una constante.
El
incremento de la violencia contra los adultos mayores se ha dado, tanto física,
sicológica y económicamente, así como discriminación al tener una
edad avanzada”.
Aunque
a principios del año pasado ya se tenían registros de abusos contra este
sector, de noviembre a la fecha han aumentado los casos de personas que han
sido abandonadas en la calle por parte de sus familiares.
Por
ejemplo, don Felipe, de 79 años, fue encontrado sentado en una jardinera en el
centro de Ecatepec, con problemas para respirar y esperando que a alguien lo
auxiliara.
El
señor Felipe relató que un médico le solicitó que se realizara unos estudios y
la prueba de covid-19, pero sus familiares ya no
quisieron hacerse cargo de él.
Otro
caso es el de la señora Emma, de 90 años, originaria de Oaxaca, quien relató
que familiares la llevaron a vivir con su hermano en la colonia Tablas del
Pozo, en Ecatepec, con el pretexto de que había contagios en el entorno en el
que vivía.
Sin
embargo, al llegar a Ecatepec le dieron la noticia de que su hermano había
fallecido y se quedó con sus sobrinos, quienes en un primer momento le habrían
permitido quedarse, pero más tarde la sacaron a la banqueta a “tomar el sol”
y ya no la dejaron entrar.
Más
tarde fue rescatada y, según el médico legista, Emma presentaba lesiones
en el cuerpo. Al cuestionarla, aceptó que sufría golpes y le
aventaban la comida.