• La Coalición contra el Muro denunció que a pesar de la orden ejecutiva firmada por el presidente Joe Biden, continúan los trabajos de construcción del monstruo de acero y cemento
Ciudad de México.- La Coalición contra el Muro, conformada por
ambientalistas de Estados Unidos y México, denunció que a pesar de la orden
ejecutiva firmada el miércoles por el presidente Joe Biden, continúan los
trabajos de construcción del monstruo de acero y cemento en la frontera común.
De acuerdo con las organizaciones de la sociedad civil todavía se
observan cuadrillas de trabajadores en el área de Otay en San Diego,
California, movimiento de material en Laredo, Texas y algunas detonaciones en
el Cañón de Guadalupe de lado de Arizona.
En entrevista con Excélsior, Tricia Cortez, directora ejecutiva
del Centro de Estudios Internacionales de Río Grande informó que estarán muy
atentos para que en la ventana de siete días que abrió el presidente de EU para
la cancelación total de las obras, la Oficina de Aduanas y Protección
Fronteriza (CBP), emita las órdenes correspondientes y detenga la construcción
del muro.
Adelantó que el próximo domingo se realizarán manifestaciones en
la Unión Americana para asegurarse de que no se construya ni un sólo metro más
de valla fronteriza.
“Vamos a seguirnos movilizando, el domingo vamos a tener acciones
en casi 18 ciudades, porque pensamos que es muy importante que hagamos todo lo
posible hasta que este proyecto muera”, indicó.
Dan Millis, coordinador del Programa de Tierras Fronterizas en
Sierra Club, advirtió que con sus más de tres millones de miembros activos,
continuarán exigiendo a los congresistas y a la nueva administración
Biden-Harris, que cancele todos los contratos con las empresas constructoras y
detenga la expropiación de terrenos públicos y privados para el muro.
“Tenemos que limpiar todo lo que nos ha dejado Trump, todo este
relajo, un muro de 10 metros de altura en cientos de kilómetros, cerros
dinamitados y detonaciones de los sepulcros sagrados de las tribus indígenas,
que son problemas muy graves”, manifestó.
Tricia Cortez y Dan Millis subrayaron que no quitarán el dedo del
renglón hasta lograr que en el mediano plazo se pueda remediar el daño en los
corredores biológicos de las especies de vida silvestre y las comunidades
fronterizas con el retiro de fragmentos completos de muro, kilómetros y
kilómetros de valla para permitir que la vida regrese a la normalidad.
“En algunos lugares protegidos, por ejemplo, el Organ Pipe
National Monument, que es parte de nuestro sistema de parques nacionales, que
colinda con la Reserva de la Biosfera El Pinacate y Gran Desierto de Altar de
lado de México, hay que quitar todo el muro, son como 50 o 60 kilómetros”,
explicó el activista de Sierra Club.
En tanto, la directora ejecutiva del Centro de Estudios
Internacionales de Río Grande comentó que están trabajando al interior de la
Coalición contra el Muro para definir de manera conjunta las áreas prioritarias
donde se tiene que quitar la valla para evitar más daños al medio ambiente y la
profanación de tierras sagradas de pueblos originarios.
En tanto, Alejandro Olivera, representante en México del Centro
para la Diversidad Biológica, destacó que el gobierno de Andrés Manuel López
Obrador debe trabajar muy de cerca con Estados Unidos, para resarcir los daños
a las áreas naturales protegidas de nuestro país, por los cortes a los
corredores biológicos y el retiro de los escombros que volaron hacia territorio
nacional tras las explosiones de dinamita para abrir paso al muro.
“No sólo para asegurarse que ya no se construya el muro fronterizo
sino para remediar los daños que ya se han provocado a áreas naturales
protegidas en México, que son zonas de gran importancia para el paso
transfronterizo de muchas especies que están en peligro de extinción”, detalló.