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Hoy es viernes, 26 de abril de 2024

Mentiras frenaron Iguala; investigaciones sobre los 43

• Carlos Martín Beristain, parte del GIEI que investigó el tema de los 43 jóvenes, afirmó que cuando la gente que sabe algo sobre los hechos deje de tener miedo a hablar se sabrá qué pasó en Iguala

Mentiras frenaron Iguala; investigaciones sobre los 43

CIUDAD DE MÉXICO.

Funcionarios del pasado gobierno mexicano mintieron y obstaculizaron las investigaciones para poder llegar a la verdad sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, afirmó Carlos Martín Beristain, integrante del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), quien participó en las investigaciones del hecho ocurrido hace casi seis años.

El investigador en violaciones a los derechos humanos sostuvo que la verdad sobre la desaparición de estudiantes —ocurrida entre el 26 y 27 de septiembre de 2014— se podrá conocer cuando la gente que sabe algo que tiene que ver con el caso o con la obstaculización del caso supere el miedo a hablar.

Entre entrevista, para conocer su opinión sobre los más recientes acontecimientos en torno al caso en el que él trabajó como parte del equipo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la identificación de uno de los restos de un normalista y la difusión de un interrogatorio al margen de la ley de un presunto implicado en la desaparición de los estudiantes, Beristain afirmó que la desaparecida PGR no procesó restos encontrados en la Barranca de la Carnicería.

En opinión de Beristain, lo que empieza a salir a la luz en este caso deja ver que “algunas de las cosas que se investigaron anteriormente se están confirmando, una de ellas, sobre el destino de los jóvenes; aunque hay muchas cosas que todavía no se saben sobre dónde están los jóvenes, su destino final”.

Dijo que como GIEI “ya señalábamos que el destino del basurero y esa enorme pira infernal que se había hecho, donde supuestamente habían sido asesinados y quemados los jóvenes, pues eso no había pasado y que debía haber otros elementos de búsqueda, porque todo mostraba, tanto el peritaje del fuego como las contradicciones de las declaraciones y los dos peritajes, el que hizo el equipo argentino y el del GIEI, que ese escenario era inverosímil”.

De acuerdo con el especialista, la identificación de un resto óseo como la de uno de los 43 normalitas en la Barranca de la Carnicería confirma que se trata de “otra historia; no solamente es otro lugar en términos de distancia, sino en términos que la historia es otra, y es lo que se necesita esclarecer.

“Lo que nosotros también vimos en su momento, cuando hicimos una visita a la PGR, estando todavía el GIEI, fue que había restos de ese lugar llamado la Carnicería, que no habían sido ni siquiera procesados; le dijimos a la PGR ‘¿cómo es posible que esos restos estén aquí?’ Y nos dijeron que esos restos estaban en otra averiguación previa,  en otra investigación, que no estaba en la investigación de Ayotzinapa”, dijo Beristaín.

Informó que esa fragmentación en la investigación, donde se abrían averiguaciones previas de forman separada, lo único que provocaron fue mecanismos de impunidad, porque evitaban que pruebas que estaban en una investigación se pudieran colegir con otras y así formar una sola línea.

A pregunta expresa sobre si el GIEI le había mencionado a la PGR su hipótesis sobre los lugares distintos a los habría sido llevados los normalistas, Beristain dijo que sí.

“Nosotros señalamos que al menos había sido llevados en dos grupos, lo sabíamos por la investigación, por el análisis y los testimonio; no sabíamos exactamente a dónde, pero que sí habían sido separados y que esta visión de que los había juntado a todos, pues no era cierta. Los elementos, los testimonios que teníamos, la telefonía, las declaraciones de los choferes, la movilización de policías de Huitzuco, nos indicaban que eso no era posible y eso se lo señalamos a la PGR”.

De acuerdo a la experiencia de Beristain en este caso y en otros, el camino y las claves para llegar a la verdad del paradero de los normalistas está en la  voluntad política.

“A nosotros no se nos permitió tomar declaración de miembros del 27 Batallón, se señaló que eso era como una afrenta nacional y eso impidió que pudiéramos tener más elementos de investigación”.

Dijo que es muy importante abrir los archivos y tener acceso a toda la documentación existente y también es importante la voluntad de la Fiscalía General de empujar la investigación con los datos, con las pruebas y recursos que se tenga a la mano, eso ayuda a quebrar esos pactos de silencio.

“Nosotros siempre tuvimos la impresión de que había gente que sabía muchas cosas y no las contaba porque había presiones, porque se suponía que iba a ser más peligroso, se ocultaban las cosas; hubo funcionarios que nos mintieron directamente y tenemos las pruebas de que nos mentían. Así es muy difícil hacer una investigación.

“A nosotros se nos llamó para ayudar al Estado mexicano en esa búsqueda y lo que nos encontramos es que había obstáculos dentro muy importantes y creo que eliminarlos es un camino para llegar a la verdad”.

Dijo que el camino de eliminar obstáculos se está dando y ahora “hay que ver que nuevos elementos se van encontrando y ahí van a salir informaciones relevantes, y no solamente para mostrar la inconsistencia de la llamada verdad histórica, eso ya está bastante demostrado, sino para avanzar en términos de quiénes son los responsables y cuál es el destino de los jóvenes, que es lo más importante para los familiares y para el país”.