• En conferencia de prensa el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que la migración de mexicanos tiene origen en un problema estructural, de falta de oportunidades de trabajo, más que por la violencia en las comunidades.
Ciudad de México
El presidente Andrés Manuel López Obrador
señaló que la emigración de mexicanos tiene origen en un problema estructural
de pobreza y falta de oportunidades de trabajo, más que de violencia en las comunidades.
Sin embargo, de este último punto reconoció que es un factor que pesa porque
los encargados de la seguridad pública estaban al servicio de las bandas
de delincuentes. Es una vergüenza esto.
En la conferencia en Palacio
Nacional, un periodista de Arizona le preguntó su opinión sobre el creciente
número de mexicanos que piden asilo a Estados Unidos, en su mayoría procedentes
de Guerrero.
El mandatario respondió que su
planteamiento era cierto: El mayor número ahora de deportados son
mexicanos de estados pobres como Guerrero, Oaxaca y Chiapas. Subrayó que
la pobreza es la causa principal, de siete identificadas, de la emigración de
paisanos. Otras razones se refieren a los vínculos familiares en el vecino
país.
Adelantó que el miércoles
presentará un reporte del fenómeno migratorio, de junio de 2019 a la fecha, el
cual detalla que el mayor número de mexicanos deportados son originarios de
Chiapas, entidad –aseveró– abandonada por la política neoliberal y el
predominio de la corrupción tolerada, avalada también desde el extranjero.
El reportero le insistió que más
que pobreza, los mexicanos solicitantes de asilo refieren que no pueden
permanecer en sus comunidades por temor a la violencia y los grupos armados.
Ese es otro motivo, respondió el Presidente, pero fundamentalmente es la
falta de oportunidades, es la pobreza, y también influye lo de la violencia,
los lazos familiares y los sueldos, pues un trabajador en Estados Unidos gana
20 veces más que uno en México, situación provocada por la política económica
neoliberal apoyada por organismos financieros y gobiernos extranjeros, que
colocó el salario en el país como uno de los más bajos del mundo.
En cuanto a los extranjeros que
llegan aquí, indicó que el gobierno debe cuidar que no sean víctimas de organizaciones
criminales, con respeto a los derechos humanos, porque el uso de la fuerza no
es opción. Por ello, comentó, lo central es que haya empleos y bienestar en los
pueblos de origen, que el mexicano pueda trabajar y ser feliz donde
nació: Ése es el ideal, ése es el sueño que queremos convertir en
realidad.