• Esto dará tiempo para que continúe el diálogo entre el Poder Judicial, la Consejería Jurídica de la Presidencia y la FGR, expuso Javier Laynez
Ciudad de México
El ministro de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación (SCJN), Javier Laynez Potisek, saludó el hecho de que se haya
pospuesto la presentación de los anteproyectos de reformas en materia de
administración y procuración de justicia.
En entrevista, el ministro aseguró que esto
dará tiempo para que continúe el diálogo entre el Poder Judicial Federal, la
Consejería Jurídica de la Presidencia y la Fiscalía General de la República.
Laynez Potisek afirmó que dichas propuestas,
de las que dijo solo se enteró por la prensa, no les fueron consultadas: “Para
mi si fue una sorpresa, creí que solo se iban a referir a la parte de
procuración, no de administración de justicia, pero celebro mucho que con toda
transparencia se diga que hay que tomar el tiempo para ver esas cuestiones y
volver a presentar los proyectos en febrero, me parece que es una muy buena
decisión”.
Afirmó sin embargo que advierte que los
autores de estos proyectos no buscan reinventar el hilo negro ni empezar de
cero, y aceptó que si el sistema acusatorio requiere ajustes, es preciso
hacerlos, pero con prudencia y bien pensados.
Sostuvo que en Poder Judicial no se reinventa
cada 20 años, recordó que la última reforma constitucional sobre el tema fue en
1994, “eso no significa que no haya áreas que mejorar, pero sin retrocesos.”
Laynez fue entrevistado luego de la ceremonia
donde se tomó protesta nuevas magistradas federales.
Durante esta sesión solemne, el ministro Juan
Luis González Alcántara Carráncá también se refirió a las propuestas de reforma
y recordó que la división de poderes y los derechos fundamentales son definitorios
para el constitucionalismo liberal.
Defendió al juicio de amparo, cuya ley
reglamentaria también se pretende reformar, y dijo que este es un mecanismo
fundamental para controlar los excesos y desbordes del poder.
Citó al constitucionalista estadounidense
Alexander Bickel, quien definió la función del poder judicial como
contramayoritario, por no obedecer a las mayorías parlamentarias o de la
opinión pública, sino estrictamente al Derecho.
González Alcántara Carrancá advirtió: “La
historia podrá ser distante, aunque paradójicamente nos persigue como si fuera
el presente, las mayorías han cambiado con los años, y ciertamente han
cambiado, pero no la naturaleza conceptual del Poder Judicial.
“Hoy más que nunca se requieren se requieren
de magistradas recias a las presiones del poder político.”