• De optar por esta medida, la Lotería Nacional emitiría 6 millones de 'cachitos', a $500 cada uno. Formalizó con Estados Unidos opción de cambiarlo por equipo médico, informa
Ciudad de México
En caso de no concretar su venta o
intercambio por equipo médico, el presidente Andrés Manuel López Obrador planteó
la posibilidad de rifar el avión presidencial en un sorteo organizado por la
Lotería Nacional. Se emitirían 6 millones de boletos o cachitos, de 500
pesos cada uno, con lo cual se obtendría incluso un monto superior respecto del
avalúo de 130 millones de dólares.
El tema, dijo, ocupó su agenda del jueves
para evaluar opciones y terminar con la lamentable historia de este
aparato, adquirido durante el sexenio de Felipe Calderón. El secretario de
Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, no estaba enterado del
plan anunciado por el mandatario porque en una entrevista realizada en Oaxaca
señaló: No se va a rifar. Se va a subastar. Rifa es un boleto y usted se
lo gana. Hay otras opciones.
Al abordar otros temas en su conferencia de
prensa –de las más cortas que ha dado, poco más de una hora–, el Presidente
informó que aumentará 170 pesos el monto de becas de aprendices (Jóvenes
Construyendo el Futuro), para igualarlas al salario mínimo. Hacia el exterior
agradeció a los legisladores estadunidenses la aprobación del tratado comercial
México, Estados Unidos, Canadá (T-MEC).
Expresó que los empresarios mexicanos
están muy contentos porque se resuelven problemas arancelarios y
confió en que el presidente Donald Trump firmará el acuerdo. Le agradeció el trato
respetuoso que ha tenido con México y su Presidente. También habló con el
primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, quien le explicó el procedimiento
para que el Parlamento apruebe el T-MEC, pero no hay oposición.
Palacio para los cielos
En cuanto a la aeronave, el mandatario dijo
durante la conferencia, y por la tarde en gira por Oaxaca, que se trata
de un palacio para los cielos, una ofensa para el pueblo de México; no me
voy a subir a ese avión; los recursos obtenidos –indicó– se destinarán al sector
salud.
Resaltó que, en efecto, hay polémica debido a
que no se ha podido vender pues no hay quien lo compre, pero dejó en claro
que su administración no lo conservará. Se vende, se renta o se rifa, pero
nos vamos a deshacer de ese avión, sentenció.
Durante la mañanera, en Palacio Nacional
anunció cinco alternativas; la última mencionada se refiere a la eventual rifa
del José
María Morelos y Pavón, lo que provocó la risa de reporteros en el
Salón Tesorería. Y, en respuesta a las críticas de senadores y diputados
mexicanos por no haber logrado la venta, respondió: No son tamalitos de
chipilín.
Reiteró en primer lugar la opción de que
surja un comprador y dio a conocer su rechazo a la oferta de 125 millones de
dólares que el miércoles presentó un empresario en Estados Unidos, por estar
por debajo de lo que establece el avalúo hecho por la Organización de las
Naciones Unidas, de 130 millones.
En segundo lugar, dijo que ya formalizaron
ante el gobierno de Estados Unidos la opción de intercambiar el avión por el
equivalente a los 130 millones dólares de insumos médicos: ambulancias,
tomógrafos, equipos de rayos x, todo lo que necesitamos para los
hospitales públicos.
Una tercera alternativa es la venta del avión
Boeing 787-8 Dreamliner a empresas “en 12 partes… como una sociedad”. Aseguró
que ya hay dos ofrecimientos –sin abundar en quién los presentó–, pero el tema
ya lo abordó con empresarios como Carlos Slim, Antonio del Valle y Carlos
Salazar.
Cuarto, rentarlo por hora, bajo la
administración de la Fuerza Aérea Mexicana. Según el Presidente, el único avión
en el mundo que opera así en Asia cobra 70 mil dólares. “Aquí se buscaría que
no fuera tanto… para volarlo resulta a 15 mil dólares la hora de operación” y
se tiene que agregar el costo de mantenimiento.
En el quinto y último punto mencionó la rifa,
lo que representaría, por la venta de los cachitos, 3 mil millones de
pesos, 500 millones más que la venta en dólares, e incluiría para el ganador un
servicio de operación de la aeronave hasta por dos años. Si el ganador decide
venderlo, sería a precio de avalúo; en caso de rentarlo, requeriría contratar
una empresa para su administración.
–¿De quién fue la ocurrencia de la rifa? –se
le preguntó.
–Fue del gobierno en general –respondió.